Inmediatamente, lo primero, dibujar un mapa. Todos, por supuesto, localizando la ubicación de nuestra residencia Airbnb, en mi caso el barrio de Santo Spirito, nombre de una de las principales iglesias de Florencia y último proyecto de Filippo Brunelleschi, realizado en 1444 dos años antes de su muerte. El barrio es uno de los más vivos de la ciudad, día y noche, en la denominada zona de Oltrarno, que es la parte del centro histórico al otro lado del Río Arno.
La caminata diaria hacia la Accademia Europea di Firenze (AEF) cruzando el río por el Ponte Santa Trinitá y el recorrido por la Via de’ Tornabuoni es particularmente indescriptible; todo es belleza, acaso por las capas históricas de la ciudad y el ritmo con el que sen van descubriendo plazas, iglesias, palazzos, joyas medievales, del Renacimiento y el Duomo, por supuesto, por la via dei Pecori o la via de’ Cerretani, una y otra vez, entre infinidad de aparadores y transeúntes.
La Ciudad Como Museo
Capitalizando la experiencia del año pasado, partimos de la base que el Taller es, ante todo, una experiencia formativa para quienes tienen la suerte de cursarlo, y también una experiencia pedagógico-arquitectónica para el que lo imparte. El syllabus del Taller, en tanto lista de “tópicos del curso” parte de esa consideración.
El caso de la Galleria degli Uffizi y el Corridoio Vasariano sirve como una extensión del primer Taller, y como si se tratara de un re-concurso para un receso y un jardín del arte, funciona perfectamente. No se trata de resolver los problemas de la salida o del acceso del museo, sino de dotarlo de un receso, que parece muy necesario y que completaría la cavidad urbana que fue motivo del concurso no construido y ganado por Arata Isozaki en 1998. De igual manera, tampoco se trata de privatizar o desprivatizar el espacio posterior del museo, donde hay un jardín para eventos que usan canoeros (renaioli.it) -un espacio residual en apariencia- sino de articular el ingente flujo de visitantes mediante el ordenamiento del comercio y los artesanos en un espacio de tránsito masivo.
Por añadidura, el Taller presenta en sí una reflexión más profunda sobre el papel de la arquitectura frente a la salvaguarda del patrimonio construido. Italia encabeza la lista de sitios declarados Patrimonio de la Humanidad con 58 espacios, habiendo sido el centro del Imperio Romano y el corazón del Renacimiento.
¿Y por qué no se construyó el proyecto de Isozaki? O, por ejemplo, ¿qué ha pasado con la polémica renovación del Estadio Artemio Franchi, de Pier Luigi Nervi? El Dr. Valerio Alecci, profesor de la Università degli Studi di Firenze con la que nuestra Facultad de Arquitectura mantiene un convenio académico, alude a un “exceso de democracia”, algo así como que toda la ciudadanía tendría que ponerse de acuerdo para aprobar un proyecto, lo que resulta casi imposible, y así pasan años[1].
En ese mismo sentido, el taller no es un ejercicio de composición utópico, sino que cuestiona y pone en práctica la posición crítica de salvaguarda desde la preservación y la incorporación de usos nuevos que nutren y mantienen vivo al patrimonio construido, en un “estrecho vínculo existente entre valor artístico y valor de uso”[2]. Así, mediante la búsqueda y el conocimiento de la arquitectura moderna de Florencia, descubrimos varios edificios de Giovanni Michelucci (Pistoia 1891-Fiesole 1990), el arquitecto florentino con más obra moderna en la ciudad, autor de la estación de tren de Santa Maria Novella que es formidable, y con avidez visitamos varios lugares más, tanto en la Toscana como en otras ciudades a las que escapamos los fines de semana; menciones especiales, por supuesto, Turín o Venecia y su 18a Bienal de arquitectura. Tanto Florencia como Venecia -que encabezaría la lista de ciudades rebasadas por el turismo- ya supone también una concientización sobre el “fenómeno de peregrinaje” de los ámbitos urbanos, la población flotante y/o la “aribnbización” aguda que vive Italia.
Alcances y Productos. -
En relación a los alcances del trabajo de nuestros alumnos, en este Taller, articulado ahora desde la lectura de “La Arquitectura de la Ciudad” de Aldo Rossi y la estructura del libro, ellos produjeron 5 propuestas con 4 elementos verticales y tres elementos horizontales que abordaron respectivamente respuestas a los programas del Receso, vertical, y el Jardín del Arte, horizontal con los siguientes títulos:
· “Imagine”. - Una aproximación desde la Inteligencia Artificial con Mid Journey y un prompt que inició con los términos “Torre” y “Brunelleschi”.
· “La otra U”. - Que apuesta por una forma de “u” (como hizo Vasari con la Uffizi) semicircular en este caso, con un resultado tipológico acaso más novedoso en su sección que en la propia planta.
· “The Uffizi Connection” Una composición ingeniosa que adopta desde la geometría la forma del vacío urbano mediante dos elementos triangulares, uno vertical y otro horizontal.
· “Intoccabile”. –Un jardín del arte en la parte posterior de la Galería Uffizi, que reproduce los arcos del Corridoio Vassariano de Girogio Vasari, encapsulándolos en una caja de vidrio que duplica su tamaño con el reflejo del agua del Arno.
· “Torre Rosa”. – Una propuesta notable que, a partir de la tipología del cementerio de San Cataldo en Modena, de Aldo Rossi, agrega verticalidad con un nivel adicional al del programa además de color Rosa Mexicano reminiscente de Luis Barragán, extendiendo la analogía acaso por el nombre que no por la forma, con la Torre Rosa de María Montessori. Esta propuesta se extiende hacia el Arno, proponiendo un jardín del arte con la misma tipología de basamento de la torre: Sala Hipóstila Rosa, en lugar de la característica loggia de arcos y pórticos.
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Experiencia pedagógico-arquitectónica.
El trabajo de 10:00 a 1:00 y de 3:00 a 6:00 de lunes a viernes en el Palazzo Niccolini además de las visitas, paseos, las presentaciones especiales organizadas por el programa de verano de la AEF, confirman que el Taller de Arquitectura y Ciudad se ha consolidado como una espléndida oportunidad internacional para la formación de nuestros alumnos. Ahora bien, hacer croquis o dibujos de viaje es una estrategia del tipo “predicar con el ejemplo”, con el discurso de que cuando dibujas algo “lo ves más y mejor”, tratando de contagiar o inspirar, y aunque eso sea cuestionable no considero dejar de hacerlo porque estoy convencido de que sirve mucho. Paralelamente, en esta ocasión hice un ejercicio más pragmático e inédito en mi experiencia docente: una exposición de los croquis del proceso profesor-estudiante. Generalmente las correcciones o revisiones que los profesores de proyectos hacemos en el taller, son a lápiz o a pluma y dibujamos o“rayamos” en los planos de nuestros alumnos. Esos croquis, esas notas, se desechan en la mayoría de los casos.
A manera de experimento, ahora empleamos hojas de papel bond blancas y guardamos los dibujos más relevantes del proceso creativo del profesor con cada estudiante produciendo una exposición complementaria, como un marco de las exposiciones individuales de cada una de las cinco propuestas del Taller. El dibujo a mano es una herramienta, no estoy seguro todavía si es la única, pero sigue siendo una sumamente útil y práctica para ayudar a pensar, visualizar, entender, y resolver los problemas que cualquier proyecto presenta en su proceso de diseño. En dicho sentido, esta exposición sirve como memoria descriptiva de lo que imaginamos para Florencia durante el pasado verano del 2023.
Jorge Vázquez del Mercado
www.vazquezdelmercado.com
[1] Un edificio que llama mucho la atención entre el aeropuerto y la ciudad antigua, El Palacio de Justicia de Florencia, da muestra de lo que sustenta Alecci: el proyecto -ganado en concurso- es de la época de los años 70, con un estilo posmoderno quizás, pero su construcción inició en 1999, por lo que parece que “nació viejo”. Un fenómeno muy extraño que el tiempo no mimetizaría con...naturalidad, digamos.
[2] Extracto del texto de la exposición “Viaje a través de la arquitectura del S. XX en Toscana” por Andrea Aleardi, Corrado Marcetti, Alberto Spadoni