Con Perspectiva 06nov2013 / "Algo sobre Puebla"

Quedó pendiente, desde que la Sociedad de Alumnos de la Escuela de Arquitectura había hecho el “viaje nacional” justamente durante mi visita a Oaxaca la semana antepasda…

El pasado fin de semana fui con mi familia a Puebla, con ningún motivo más que saciar la sed de viaje en un formato de “fin de semana relámpago”. Puebla es un Estado riquísimo: historia, cocina, cultura, desarrollo, y desde luego arquitectura.

Llegar a una ciudad con centro histórico innevitablemente hace reflexionar en el inconmensurable valor que esto –el centro histórico- significa. La reflexión deriva enseguida en la incompresnión del fenómeno de la periferia casi siempre desafortunado. El divorcio centro histórico-suburbio encuentra no pocas analogías en Latinoamerica, puede ser, pero no tan aparatosamente como en los centros históricos de México. A diferencia de Oaxaca, Zacatecas, Morelia, ni qué decir de la Ciduad de México, el caso de la periferia de Puebla es distinto. Sí crecimiento ingente, desmedido si se quiere, pero no (tanto) desorden, degradación o pobreza, por lo menos a primera vista desde el automóvil llegando por el nuevo periférico; tenía tiempo de no visitarla…ha crecido…hasta Cholula, próximamnente ¿hasta Atlixco?.

Fugaz y rápidamente. Llegada sábado a medio día, hospedaje en el centro, chalupas, el magnánimo mole poblano, y a caminar. Después de un recorrido superficial con la buena señalización de cédulas informativas en todas las iglesias y sitios patrimoniales –prácticamente en cada esquina- entramos al Museo Amparo muy atraídos por la intervención reciente de Enrique Norten / TEN Arquitectos. Un lenguaje muy depurado en cuanto a su forma materializada con vidrio, mármol Santo Tomás y madera, que exalta a partir de un constraste muy afortunado en el vestíbulo principal, no solo el lugar en donde se encuentra literalemtne contenido, sino cierto skyline de la ciudad hitórica de Puebla desde la terraza en el último nivel que funciona como receso y lugar de encuentro…

La iniciativa “Noche de Museos” de los sábados genera una vida cultural sumamente intensa que corrsponde a la vasta oferta museística de la ciudad…Acto segido nos subimos a la monumental rueda de la fortuna en la zona del Centro Comercial Angelópolis. No se si el ito londinense…

Particularmente la zona de “Los Fuertes” tuvo un desarrollo notable durante los últimos años –plazas miradores o andadores pergoaldos-. Con muy buena impresión y mejor recuerdo debo mencionar que apenas reconocimos el camino al “Museo Imagina” que entregamos junto al equipo de Papalote Museo del Niño en mayo del 2003... bajando de vuelta a la ciudad un vistazo al Hotel La Purificadora de Legorreta+Legorreta con Serrano Monjaráz…Y el domingo a la búsqueda de conventos del siglo XVI en las faldas del Popocatéptel. Fueron dos en una ruta seguramente poco convencional: primero el Exconvento de San Andrés Calpan, notable sobre todo por sus cuatro capillas posas en los extremos de un gran atrio; la talla de los relieves simbólicos que reproducen motivos teológicos, remiten todo el tiempo a la tradición prehispánica. Omnipresente mano de obra indígena que produjo lo auténticamente mexicano. De allí al Exconvento de la Asunción de Nuestra Señora,Tochimilco, otro monumento Franciscano que destaca por su extraordinario entorno –mucho más verde- con un antiguo acueducto y una portada de piedra con capilla abierta protagónica. Aquí el claustro está más conservado…el atrio, la composición….excelente. Finalmente Atlixco, destino final de la fugaz expedición y justo premio tambien desconocido para el que escribe, en un domingo efervecente de lugares mágicos al pié del Volcán que poco advertimos los urbanitas.

“Convidados a regresar pronto”, la sed de viaje quedó apagada con un atardecer excepcional, (faltó Huaquechula…famosa por sus ofrendas del día de muertos) y con la sensación de poseer una gran herencia patrimonial mayormente subutilizada, a considerar. Comparto un croquis.

JVdM