Hace poco más de siete años, hice un viaje de trabajo a Acapulco con Toño. Ida y vuelta el mismo día. Era la primera vez que viajábamos juntos en avión. Conforme nos íbamos acercando al aeropuerto él se iba poniendo de mal humor… “Vas a ver como me van a pedir que me baje de la silla de ruedas para documentarla…” No hombre, ¡cómo crees!, le dije...llegamos al aeropuerto y la señorita del mostrador dudó qué hacer y, después de darnos nuestros pases de abordar nos dijo que preguntáramos en la sala de abordar a ver si (Toño) podía pasar con su silla…(“cómo que a ver…¿no ve que no hay de otra? -¡!-“) Yo atónito, y Toño molesto porque sabía muy bien lo que tenía que librar antes de acomodarse en su asiento del avión…Toño: ”híjole, ese poli no me late”…y el poli: “hasta aquí llegó con su silla jefe, hay que documentarla, “camínele””, hasta allí la anécdota…Hace tres días Toño publica en su Facebook casi la misma historia, otro aeropuerto nacional, otro destino, otra línea aérea, pero la misma historia: …“siempre el mal trato a gente con discapacidad”, termina su post, es decir que ¿no hemos avanzado nada en siete años?. Resulta alarmante la falta de “Sensibilidad” -hasta la fecha- como primera norma de la vida “accesible”. ¿Porqué?
Hace menos tiempo, nos pedían una selección de los mejores alumnos para integrarse a un programa de excelencia de la Universidad. Con mucho gusto pero por supuesto no hicimos la selección. Invitamos a todos por igual, comunicando con la mayor precisión posible los requisitos para ganar los lugares, y al final, solita, quedó la mejor selección posible de interesados.
Con esto, efectivamente me refiero al anuncio de finales del año pasado de la convocatoria a la que se invitarán a 20 firmas de arquitectos –¿seleccionados por quien? o ¿cómo?- para diseñar o construir la Ciudad de la Salud –La Primera Zona de Desarrollo Económico y Social (ZODES)- en Tlalpan. En este relato asistido por la analogía, la palabra “sensibilidad” está oculta, porque tiene un significado distinto al del diseño accesible. Aquí alude a la transparencia anhelada en las decisiones de ciudad, y sobre todo en lo que toca a los proyectos públicos que deben ser incluyentes. La escala del proyecto –urbano- precisa de un concurso de ideas de plan maestro, más que de currículum vitae -en plural- además de concursos particulares para los proyectos de los edificios de clínicas que integrarían el conjunto citado arriba; aunque evidentemente el proyecto cuenta con una importante inversión privada, la competencia de currículum es insuficiente en trasparencia o sensibilidad: se decide sin propuestas, no abona a la cultura de concurso del proyecto público.
Veamos el gran ejercicio que están haciendo en Moscú, por ejemplo. Una serie de concursos, muchos, en distintos géneros y escalas organizados mayormente a través del Strelka Institute for Media, Architecture and Design. La firma Diller Scofidio + Renfro (establecida en NuevaYork) ganó a principios de noviembre del año pasado el primer lugar para el diseño del Zaryade Park a unos minutos del Kremlin, un concurso internacional con un formato de dos etapas. De igual manera, la firma Heneghan Peng, (establecida en Dublín) acaba de ganar recientemente también el primer premio del concurso internacional para el Nuevo Centro de Arte Contemporáneo de Moscú, venciendo a los españoles Nieto Sobejano (finalistas) a Zaha Hadid, OMA, Kengo Kuma, o Morphosis, es decir a varios premios Pritzker, por aquello del currículum. Particularmente participé en un concurso (también en Moscú) el año pasado, de escala poco menor, en dos etapas también con una modalidad “5/5”: primera etapa abierta e internacional de la que se seleccionaron a 5 finalistas y una segunda etapa , ahora en marcha, en la que los finalistas compiten contra 5 equipos participantes preseleccionados por invitación que se invitaron por su experiencia en el tema. Independientemente del formato, de los resultados y del aprendizaje, la experiencia desde la participación profesional refrenda el convencimiento de que los concursos representan la mejor forma de decisión y de diseño del espacio público.
JVdM