El pasado 12 de febrero recibí en nuestra Escuela de Arquitectura al Arq. Axel Arañó (Cd. de México 1964), una invitación ciertamente pendiente a un ciclo de conferencias que se ha consolidado como re-pensamiento sostenido de la práctica profesional y su enseñanaza en las escuelas de arquitectura.
La charla inició con la presentación de dos libros editados por él: primero “Arquitectura Parlamentaria en México – dos siglos de recintos para el diálogo”, en el que desarrolla un valioso análisis de 34 edificios, 32 estatales y dos federales de la arquitectura del poder y su marco legal en lo físco, tal y como se ha dado en nuestro País. Seguidamente presentó “Arquitectura Escolar SEP 90 Años”, en el que documenta escuelas particularmente representativas de las últimas 9 decadas desde la fundación de la SEP en 1921. “…las mejores son las que adquirieron identidad propia, no los modelos que se repetían en todas partes..” Es decir, la introducción de la conferencia da cuenta de la reflexión -de tipologías arquitectónicas en este caso-, el conocimeinto histórico y el análisis crítico que los futuros arquitectos deberán dominar desde su activad profesional: “…recuerden que en arquitectura siempre hay decisiones políticas, es política…”. Tras anunciar otros libros en camino (uno sobre las proporciones de la obra de Luis Barragán) inició la muestra con una selección de trabajos que dio fe del cuidadoso trabajo de Arañó: La Unidad Multidisciplinaria de Investigación Aplicada de la Facultad de Estudios Superiores, campus Acatlán, el Museo de sitio Tlilatl - Biblioteca León Felipe en la Delegación Coyoacán, y un Auditorio–Galería para la ENEP Iztacala en Tlalnepantla Edo. México, ejemplificaron una tipología de edificios educativos y culturales que denota incuestionable talento compositivo de particular economía en sus sistemas constructivos…”no somos muy dados al mantenimiento y eso debemos tenerlo en cuena todo el tiempo”. Posteriormente se presentó el proyecto de un edificio de departamenteos “dúplex” en Polanco (muy ingeniosamente resuelto), una casa en Tepoztlán Morelos y otra en Zapopan, Jalisco, ambas con sobrada justificación de sus esquemas y de su toma de decisiones: orientaciones, aprovechamiento de las vistas, apropiación del paisaje, materiales constructivos “…no se trata de tradición o de modernidad, no se preocupen demasiado por el estilo que les pida su cliente, mucho menos de aparecer en las revistas, es un asunto de sumar tradición “y” modernidad…”. Finalmente presentó el proyecto de una casa mínima, la Casa Cruz. Una obra cuidada hasta el último centímetro y detalle, en donde la propuesta se localiza en cómo hacer alcanzable el sueño de millones de personas: “tu casita”. Resuleta mediante un esquema de medios niveles con block de color ocre y concreto expuesto, la obra es lisa y llanamnete presentada como la posibilidad de un “campo de trabajo” abundante para el arquitecto del futuro. La informaildad que se regulariza convirtiéndose en terreno fértil para repensar la vivienda como célula madre de una arquitectura de servicio…ávida de habitablidad.
La Charla, francamente contagiosa de gusto y pasión por nuestro oficio de la arquitetura, concluye con una reflexión provocativa, aguda y de gran profundidad: “si pudiera volver a la aulas de la Universidad estudaría Ingeniería Civil y Filosofía.” Con el enriquecedor “off the record” despidiendo a nuestro invitado intercambiamos algunos puntos de vista: “En vez de enseñarnos malas instalaciones porqué no nos enseñan mejor como se enfriaba la Scala de Milán durante la presentación de una ópera, por ejemplo; o ¿cómo funcionaban los chorros de las fuentes del Palaico de Versalles si no había bombas de agua?...nos sería más útil!” Su reflexión final me hizo recordar la metáfora -¿o el tuit? de que si todas las asignaturas que se imaprten en la Universidad fueran tabiques, la argamasa que los une sería Filosofía y el edificio construido el conocimiento que nos acerca a la Verdad. Muchas gracias al Arq. Axel Arañó por su valiosa participación.
JVdM