Con Perspectiva 21may14 / "De vicios ocultos (segunda parte)"

Calificar al proyecto arquitectónico ejecutivo como "válvula de escape", suele aludir al lugar común de descalificarlo como excusa recurrente para justificar la incompetencia, la falta de capacidad, o simplemente el desconocimiento del proyecto por parte de algunos constructores: "es que el proyecto no especifica, viene con incongruencias". Pasa todo el tiempo para disculpar retrasos, más bien. Hablando desde la experiencia propia en algunas obras públicas de arquitectura, el proyecto ejecutivo se desarrolla, se entrega, después tarda algún tiempo considerable en "darse por recibido", e inmediatamente se concursa su ejecución previa convocatoria, a veces con algunas juntas de aclaraciones, y la constructora equis gana el concurso. Pero ¿cómo?, muchas veces con presupuestos realizados a partir del catálogo de conceptos que los proyectistas integramos, muy -pero muy- resumidamente...En realidad cada caso es muy diferente; la experiencia que adquirimos se antoja tan inútil como explicar los contratos que firmamos para poder realizar nuestro trabajo en el "anexo a" que describe los tiempos, alcances y productos de nuestros servicios profesionales. Las constructoras no siempre inician las obras conociendo el proyecto al detalle...los procesos de adjudicación de obras también tienen sus oscuros asegunes, suele pasar eso de que entregamos cientos de planos y "ni los vieron", solo revisaron algunos conceptos del catálogo y de los planos estructurales, que son los favoritos de las constructoras a pesar de la imprescindible leyenda: "Los planos arquitectónicos mandan sobre los estructurales". Así, cada quien desarrolla su forma de "transitar de los trabajos de gabinete a los de campo" con infinidad de aduanas, variables según el caso de la dependencia...y con todo - casi siempre bajo el yugo de la fecha de entrega- cumplimos, y nuestros proyectos construidos por constructoras equis han quedado razonablemente bien terminados, a saber de los "vicios ocultos". ¿Pues cómo? Evidentemente se trata de una especie de habilidad profesional que acabamos por desarrollar a partir de la inexistencia de normas que protejan nuestros intereses "arquitectónicos" en cuanto a la calidad. El arquitecto debe ser conciliador, más le vale.

Cuando la escala es mayor las empresas supervisoras o coordinadoras de proyectos juegan un papel fundamental en la interlocución del proyecto y la obra, pero ¿qué significa ejecutar o construir un proyecto arquitectónico o urbano?

Habría que ir más allá de la coordinación y contratación ordenada de todos los trabajos, oficios, especialidades y subcontratos que intervienen en el proceso de construcción u obra: albañilerías, carpinterías, herrerías, instalaciones, etc.

Es una pregunta que resulta esencial: una cosa es de qué estará hecho, y otra es cómo se hará, y ambas respuestas deberían estar en el proyecto ejecutivo, aunque el cómo se hace siempre se cuestiona de acuerdo a las facultades del constructor o ejecutante: "qué tal si esto mejor lo hacemos así..." Muchas veces, cuando no es tan relevante para nuestro proyecto preferimos adoptar criterios del constructor...y  qué tal si lo hacemos asado!

Hasta aquí esta parte de la reflexión, seguramente incompleta, que podría aproximarnos hacia más sustancia para una Ley de Proyecto Público sólo en su etapa de proyecto ejecutivo, claro, amén de que las distintas etapas del desarrollo de un proyecto -descritas en los aranceles del Colegio de Arquitectos- deberían  revisarse también en ese sentido: Recuerdo una entrevista al arquitecto neoyorquino Peter Eissenman que al ser cuestionado sobre su proyecto para la Ciudad de la Cultura de Galicia argumentaba que su despacho estaba a cargo del "Proyecto Definitivo", y que su redacción para hacerlo "ejecutivo" estaba a cargo de otro despacho local que conciliaba con las empresas constructoras, muy interesante...  

Las obras están determinadas siempre por las variables tiempo, dinero y calidad, y en mi percepción la mayoría de los arquitectos seguimos colocando “calidad” en el vértice superior del triángulo formado por esas variables, me incluyo. “Solo hay una forma de construir: bien”, decía el Arq. Antonio Attolini Lack, a quien recordamos siempre por la calidad constructiva de su arquitectura; él construyó prácticamente la totalidad de su obra que fue "no pública" mayormente (creo que a excepción del edificio de la AMA), y su afirmación animaría a cuestionarse cómo podríamos aspirar a tal calidad en nuestra obra pública. En principio asumiendo que el término "calidad" no tiene porqué ser un  lujo inalcanzable, sino una obligación compartida por todas las partes involucradas en los procesos de construcción.

JVdM

Con Perspectiva 07may14 / "De vicios ocultos (primera parte)"

Una reflexión –primera de varias por lo extenso del tema seguramente- sobre la calidad de las obras en tanto construcciones motivada en este caso por algunos de los más recientes artículos publicados en el blog proyectopúblico.org, y en el entendido de que no tendría por qué estar dirigida exclusivamente a los arquitectos.

Soy de los convencidos de que no se puede desligar el concepto “construcción” del de “arquitectura” aunque a la inversa sí; existe mucha construcción sin arquitectura, que es a su vez (así lo creo) “la construcción del espacio habitable…” El convencimiento aludido arriba implica que los arquitectos debemos tener un dominio (mínimo, no sólo a saber sino a medir) del oficio de construir, y esto es (la) otra gran asignatura de la necesaria Ley de Proyecto Público que se promueve desde el citado blog.

¿Qué responsabilidad tiene el arquitecto como diseñador y/o proyectista en lo que se edifica?

Al igual que en la mayor parte del mundo, en México la obra pública no se construye por quien proyecta salvo en los casos en los que dicho proyectista, trabaje dentro de una dependencia de gobierno, secretarías de obras mayormente; los hay pero aún así no es lo más común –recordemos que en nuestro país se llama “Ley De Obras Públicas Y Servicios Relacionados Con Las Mismas”. El proyecto está considerado un servicio relacionado, es decir aparte, coordinado por separado cuando la autoridad decide que lo amerita para atender cierta necesidad.

Si los proyectos públicos que demandan arquitectura (¿no deberían ser todos en diversos grados?) no pueden ni deben (podría cuestionarse porqué…) ser “ejecutados” por el proyectista, su servicio profesional se circunscribe a la construcción (del espacio habitable) en el papel, que dicho de otra manera acaso más correcta es la redacción del proyecto ejecutivo, o sea, de los documentos que servirán para ejecutar la obra, construirla. Así, las obras bien construidas son las que estuvieron bien proyectadas, bien redactadas, y, cunado hubo un “buen constructor”, bien terminadas. Suena y se dice fácil pero paradójicamente se ha vuelto sumamente complejo por la infinidad de factores y de terceros que intervienen hoy por hoy en el proceso constructivo.

¿Una Ley de Proyecto Público podrá prever todos aquellos factores de los procesos que intervienen en una obra, predecibles e impredecibles?

Aunque se antoja difícil, lo que no le resta urgencia a dicha iniciativa de ley, es posible. Un ejemplo, para los arquitectos proyectistas trabajar en proyectos públicos supone cierta capacidad económica para ser contratados. Es curioso pero necesitamos pagar para trabajar; entre otros gastos y requisitos, pagamos fianzas en un esquema ciertamente diseñado más para empresas constructoras que para talleres de arquitectura. De estas fianzas la que llama mi atención particularmente es la de “vicios ocultos”. Sin duda es un gran punto de partida y buena fuente del contenido a analizar sobre todo en lo que representa el proyecto arquitectónico público en su etapa ejecutiva.

Recuerdo hace no mucho –en cierto proyecto público- que omití sin darme cuenta la palabra “machimbrada” en una especificación de planos para un acabado de duela de madera en un auditorio. Acudí al Arq. Toño Gallardo que estaba en el Colegio de Arquitectos previendo que necesitaría su ayuda en el caso de que la duela “sin machimbre” (que yo aludía que no existía para defenderme) que se colocó en vez de la duela machimbrada, trabajara mal y nos perjudicara profesionalmente. Con esto explico lo del “vicio oculto” de un proyecto. Gracias a la asesoría de expertos carpinteros pudimos demostrar que esto no era una omisión, y con cierto re-diseño menor garantizamos que aquello quedara bien resuelto; quedó mejor de lo previsto afortunadamente. Esto alude de refilón a otro tema fundamental, que es el de la supervisión y la dirección arquitectónica del proyectista durante la obra, y que considero ineludible para cuidar que los proyectos lleguen a buen puerto. Aquí viene bien la metáfora de la “receta de la paella”: puede estar completísima en sus porciones, en sus especificaciones y en sus definiciones, hasta la marca de los ingredientes si se quiere, pero, si el cocinero no sabe cocinar –sucede- jamás quedará bien, y de paso echará la culpa a la receta que venía con vicios ocultos… ahora bien, si el cocinero es un experto al que se deja solo, posiblemente prepare un magnífico “rissoto”… en ambos casos el proyecto puede ser una válvula de escape. Pasa, y ¿quién responde?

JVdM

Con Perspectiva 23abr2014 / "Algo sobre Campeche y Tabasco"

Aquí una reflexión hilada brevemente sobre lo visitado a nivel turista la pasada Semana Santa.

La ciudad de (San Francisco de) Campeche es un destino en vías de hacerse imprescindible. Buena parte de su muralla perimetral y sus baluartes están en restauración o reconstrucción. Eso es lo primero que llama la atención; la antigua fortificación y después la arquitectura en colores pastel y ocre que se descube en su interior. Con no más de 45 manzanas, ese atributo de ciudad amurallada y su buen estado de conservación le valió a Campeche ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1999. Pero aún siendo una excepcional ciudad amurallada –creo que la única en México- no escapa al fenómeno degradatorio de la periferia, siempre contrastante y presente en la gran mayoría de las ciudades latinoamericanas. Aquí algunos barrios exteriores como el de Guadalupe o San Román con su Iglesia del Cristo Negro compensan la gloria extramuros por su valor patrimonial y por sus iglesias; la modernidad, sin embargo deja un destilado de pocos edificios de valor en comparación con la superficie desplantada.

El conjunto del Palacio de Gobierno construido hace poco más de 50 años, y el Congreso de Campeche (una especie de platillo volador cuadrado…no malo) por ejemplo, es un hallazgo interesante particularmente por la celosía que forma una doble fachada que se convierte en una gran lámpara de noche; dos casas en “El Malecón” (como un par de joyas aisladas) reiteran que la arquitectura del S.XX, particularmente de los años 50´s y 60´s nos dejó un valiosísimo patrimonio que mayormente se olvida o se desconoce. La modernidad en tanto periferia, paradójicamente, acusa más pobreza económico-cultural que la riqueza de unos pocos edificios…creo que allí toma otra connotación no menos acertada la frase de Octavio Paz: condenados a ser modernos…también.

Campeche representa la tercera parte de la península de Yucatán y por lo mismo contiene abundante riqueza e interés histórico, arqueológico, natural y cultural. El tiempo dio para visitar el sitio arqueológico de Edzná –de potentísima y extraordinaria arquitectura”-, la Hacienda Uayamón –o la versión Campeche del magnífico conjunto de celestiales hoteles-haciendas henequeneras de Yucatán…- el Cenote Azul Miguel Colorado –un ecoturismo bien consolidado pero con graves problemas de accesibilidad sobre todo en los baños-, y Champotón, que es sencillamente un obligado destino culinario en el ramo de los mariscos.

El tramo Campeche – Tabasco, es espectacular por lo escénico de la carretera que cruza longitudinalmente la Isla del Carmen, situada entre el Golfo de México y la Laguna de Términos. En los asentamientos más vulnerables allí, no dejan de llamar la atención todo el tiempo la monotonía de sus techos de lámina con antenas azules de Ve TV por SKY…todos. Al cruzar Ciudad del Carmen, muy consolidada en la punta occidental de la isla, se recorre un tramo largo bordeando una zona de  lagos que, al cruzar al estado de Tabasco se denomina como la Reserva de la Biósfera Pantanos de Centla. Para un urbanita como el que escribe enfrentarse a una inmensidad así, como si fuera un limbo verde y húmedo resulta indescriptible.

Villahermosa es una sorpresa altamente positiva. Fui con el interés particular de conocer la obra de Teodoro González de León. El Parque Tomás Garrido Canabal, con Francisco Serrano, Aurelio Nuño y Eliseo Arredondo es un ejemplo del “deber ser” del espacio público. Después de poco más de 30 años de su inauguración se conserva impecable. El famoso concreto martelinado de González de León, y su esencial paleta de materiales resultan inmejorables, sobre todo para el inclemente clima de la ciudad. Fundido con el magnífico Museo (a la intemperie) La Venta, la gente cuida del parque manteniéndolo vivo y prácticamente manicurado. Extraordinario. La Biblioteca Pública José María Pino Suarez del Estado de Tabasco –con Francisco Serrano- responde por igual en tanto a su materialidad exterior, que no por el interior que luce algo cansado después de 25 años de su apertura…Buen momento para mantenerla.

Si bien Villahermosa experimenta cierto crecimiento vertiginoso, la carencia de un centro “tan” histórico, diluye el contraste centro-periferia de la reflexión inicial. Aquí más bien resulta notable ver el potencial que hay en la reinvención del espacio público derivado de su caluroso clima y su fortaleza económica derivada del petróleo. La nueva Plaza Bicentenario –de los arquitectos Jorge y Mario Cámara Domínguez-, a espaldas del Palacio de Gobierno dan fe de este primer y afortunado acercamiento por esas calurosas tierras. Veremos como responde la ciudadanía.

Fuera de ruta pero no de tiempo dejo pendiente Palenque y las cascadas de Agua Azul en Chiapas. Felices Pascuas estimados lectores.

JVdM

Con Perspectiva 09abr2014 / "Entre escuelas de arquitectura"

Alumnos de la Escuela de Arquitectura de la UAdeC (Universidad Autónoma de Coahuila) Unidad Torreón organizaron su (7ª) semana “ARQ/ART/URB” en dicha ciudad, a la que me invitaron a participar el pasado jueves.

Tenía mucho tiempo de no estar en Torreón por lo que noté, de inicio, que ya está conurbada con Gómez Palacio y Ciudad Lerdo; una ciudad sumamente horizontal. Los alumnos Francisco Arratia Espinoza y Sergio Gómez Torres me dieron solícitamente un breve recorrido antes de mi conferencia ganando mi simpatía cuando pasaron por mí al hotel: “lo vamos a llevar a una casa de Barragán y a otra de Attolini”. Excelente pues, vamos!.

No sabía que Luis Barragán tuviera obra en Torreón pero de cualquier manera la casa a la que me llevaron allí (en Gómez Palacio propiamente) bien podría ser una salvo por el pórtico del acceso principal que me pareció un poco “grandilocuente”. Allí salió el tema de la Fábrica de Renault de Ricardo Legorreta, y bien enterados –o entrenados más bien- me hicieron saber que estaba lejos y algo deteriorada. Será en otra ocasión. Un par de cuadras más adelante apareció la casa de Attolini. No sabía tampoco de esa obra, pero me hizo sentido cuando me hicieron saber que allí vive un familiar del arquitecto. La casa es -acaso- un “Early Attolini” que no viene documentada en su libro pero que sí me recordó a una del Pedregal recientemente transformada (mmmm…tristemente, otra vez de las pocas que quedaban intactas…). Unos muros muy largos de tabique color rojo vino y unas losas de concreto pintadas de blanco me hicieron dudar, quizás no la construyó Attolini directamente pero el proyecto pudiera ser suyo sin duda, mi conclusión. El Arq. Alberto Moreno, un experto tanto en Barragán como en Attolini, no desmintió las obras que en el caso de Barragán “pudo haber sido de lo último”, y en el caso de Attolini de lo primero. A saber.

El evento tuvo verificativo en el Museo Arocena (que inauguraba el miso día una espléndida exposición del pintor Santos Balmorí con la curaduría Gerardo Traeger), en el centro  de Torreón y mi participación tuvo lugar después de la de los destacados colegas Jorge Luis Hernández Silva (Hernández Silva Arquitectos) de Guadalajara -Jalisco, y Xavier Abreu (AS Arquitectura) de Mérida – Yucatán, antes de la comida y de una magnífica visita / exposición, otra, al Taller de Arquitectura de Aldo Villareal (TAAV) quien presentó en su espectacular oficina una interesante y bien documentada disertación urbana sobre Torreón. Aquí sería preciso insistir en el valor patrimonial de la arquitectura de mediados del siglo pasado que, al igual que en otras ciudades de escala similar constituye grandes posibilidades de reciclaje y regeneración urbana. Excelente; en estas líneas mi agradecimiento por la invitación con felicitaciones por su semana de arquitectura.

El pasado lunes 7 dio inicio el VIII Simposio de Arquitectura Progresiva -bajo el título “Tectónica Radical”- presentado por NODE a través del Arq. José Luis Álvarez Tinajero. En esta ocasión la sede fue la Facultad Mexicana de Arquitectura, Diseño y Comunicación de la Universidad La Salle que celebra su 50 aniversario. El evento contó con la participación de las escuelas y facultades de arquitectura de la UNAM, la Universidad Anáhuac México Sur, la Universidad Iberoamericana, y el Tecnológico de Monterrey. En esta edición el programa estuvo compuesto por las ponencias de “UN Studio”, “Rudy Ricciotti”, “Preston Scott Cohen”, “Alvin Huang”, “Plasma Studio”, “Srdjan Jovanovic de NAO” y la mexicana “Frida Escobedo”. Este simposio anual ya consolidado después de 8 años se caracteriza esencialmente por la presentación de arquitecturas de punta en tanto investigación, procesos de fabricación, parametricismo y vanguardia, que promueven el intercambio de ideas en relación a lo que acontece en el mundo de la arquitectura desde la innovación en diversas latitudes del planeta.

Y como un paréntesis que pausa nuestra participación sostenida con escuelas de arquitectura y universidades, el pasado lunes tuvimos y atendimos el “Foro de Diálogo por Venezuela” en la Universidad Anáhuac México Sur.  Con las vehementes intervenciones de los destacados participantes de ambos países, y al son de “¿Cómo matas un sueño? No nos van a derrotar!” en estas líneas refrendo nuestro compromiso con los Derechos Humanos y con la Democracia que se legitima en su respeto. Por supuesto.

JVdM

Con Perspectiva 02abr2014 / "Arquitectura en México 1900 – 2010 / El libro."

El último evento del profuso programa del Primer Festival de Arquitectura y Ciudad  “Mextrópoli” fue la presentación del libro “Arquitectura en México 1900 – 2010” de Fernanda Canales, correspondiente a la magnífica exposición del mismo nombre que se presenta actualmente en el Palacio de Iturbide del Fomento Cultural Banamex desde principios de diciembre del año pasado.

Gracias a la generosidad de un entrañable amigo que me hizo sin-par regalo, tengo en mis manos desde anteriores días el icónico libro; icónico tanto por su poder de recreación visual e histórica, como por su gran valor documental que establece indeleble y cronológicamente los acontecimientos arquitectónicos que forjaron la modernidad habitable de México, su construcción.

Frente a sendos volúmenes, una vez tomada la decisión de imbuirme en ellos (observo requerir de no cualquier tiempo) lo primero que advierto es que resulta mejor abrir los dos tomos al mismo tiempo. De la misma manera azarosa en que la exposición atrae magnéticamente, el libro dividido en sus dos masas nos atrapa inevitablemente desde las fotografías. Sin el habitual orden de una novela o de un cuento, nada más abrirlos al azar nos sumerge en un asombroso viaje de fotografías estupendas: de Obras de arquitectura –muchas conocidas, algunas olvidadas, otras desconocidas-, de arquitectos, de sus despachos; de Arte en formato de pintura, murales, vitrales, esculturas, celosías, ensamblajes; de Diseño de objetos, de accesorios, de mobiliario maravilloso, de carteles y de publicidad hasta el diseño urbano o de la ciudad; de Pensamiento en forma de publicaciones, libros, monografías, revistas o de ensayos, y la teoría integradora de la reflexión y el análisis de las formas, su fondo; y, por último, de Arquitectura del Siglo XXI, narrando una “historia presente” que lejos de detenerse se acelera día con día planteando nuevas preguntas sobre lo que construiremos en el futuro.  

Antecedido por un protocolo editorial impecable con presentaciones de Manuel Medina Mora, Alfredo Harp Helú y Roberto Hernández Ramírez, prefacio de Cándida Fernández de Calderón y un proemio (“El Cuchillo de Obsidiana”) de Luis Fernández-Galiano, el titánico libro -“archivo de archivos”- como lo define la autora aludiendo a (cierta genealogía de) Michel Foucault, está “contado” a partir de una estructura integrada por líneas de tiempo y mapas bellamente representados que permiten visitarlo –recorrerlo de la mano- tanto cronológica como temáticamente por caminos que se cruzan tejiendo La Construcción de la Modernidad, de la que el libro toma su apellido y dedica su primer capítulo. La reflexión de Octavio Paz “condenados a ser modernos” se materializa sin cortapisas en el proyecto de la Ciudad Universitaria tomando un papel preponderante en esa “hipótesis”, acaso velada, sobre lo construido en México en el Siglo XX desde el “Diseño de Una Identidad”, la suya, moderna, y la nuestra, nacional, que titula el segundo capítulo del exhaustivo y riguroso trabajo de investigación.

 En diciembre del año pasado escribí sobre la exposición “Arquitectura en México 1900 – 2010” habiéndola visto apenas un par de veces; en aquella ocasión me detendría en “revisar cómo buena parte de lo exhibido en la última sección (siglo XXI) resume y exulta un regreso a la racionalidad como cierta re-incorporación al mundo global… “La memoria siempre ha de llegar a su desitno”, habré de profundizar en ello en posterior texto”.

La pausa intuida allí, el reparo y el regreso a la racionalidad entendida desde formas utilizdas con anterioridad, tendrá que ver con valores atemporales (además de la perdurabilidad de los edificios) y con la narrativa de la “historia presente” a la que aludía arriba. La parte final del siglo XX corresponde al inicio de una revolución tecnológica –que produjo cuestionadas arquitecturas espectaculares- que se acelera día a día de forma “hiper-conectada”. ¿en qué se diferencia el hombre del siglo XX al del XXI? Así, hiper-conectados, la posible llegada de la memoria a su destino se gestó quizas, desde La Construcción de la Modernidad.

Estas breves líneas con felicitaciones de nueva cuenta a quienes particiapron en la elaboración de la monumental obra impresa, al Fomento Cultural Banamex, y una enorme enohorabuena a la Dra. Fernada Canales por haberlo conseguido.

JVdM

Con Perspectiva 26mar2014 / "Notas y noticias primaverales"

Recibí a Julio Gaeta (de Gaeta / Springall Arquitectos) el pasado miércoles en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Anáhuac México Sur. Impartió una espléndida conferencia tanto por el mensaje y su discurso apasionado, ameno, como por el rico contenido de obras, proyectos y los recientes concursos ganados: el del Memorial para las Víctimas de la Violencia hace casi dos años, el de la curaduría y el pabellón para la Bienal de Arquitectura de Venecia muy recientemente, y los segundos lugares en el de La Merced, y en el del Pabellón de México para la Expo Milán 2015, también recientes.

Su práctica siempre ha sido compartida académica y profesionalmente, por lo que al iniciar la presentación se refirió al gran arquitecto español Alberto Campo Baeza –algo muy presumible-, de quien fuera su alumno. La dualidad en este sentido “te ayuda a estudiar lo que tienes más cercano, y eso siempre es la ciudad”. Estirando su concepto tomado de la frase de Octavio Paz “condenados a ser modernos” para la curaduría y el pabellón de México en la Bienal de Arquitectura de Venecia, se anticipa advirtiendo ser o estar “condenados a concursar”, habiendo ganado recientemente 2, o 4, pero con una participación en más de 30 concursos de arquitectura. Si bien su trabajo es poderoso en cuanto a su representación gráfica –algo que se ha cuestionado en algunos medios de comunicación arquitectónica moderadamente sobre sus recientes logros- el poderío (si se me permite el término para calificar el alcance de su trabajo y la forma de representarlo) es común en todos los proyectos presentados en la ponencia que superó la expectativa sobradamente. Contagiados por la pasión transmitida, acaso mayormente con el proyecto para el Memorial por las Víctimas de la Violencia en el Paseo de la Reforma, agradezco muy resumidamente su valiosa participación.

El pasado jueves dio inicio Mextrópoli, Primer Festival Internacional de Arquitectura y Ciudad presentado por Arquine con la inauguración de la exposición “(con) secuencias formales” y un monumental programa de conferencias y actividades que ya está contribuyendo a la generación de conocimiento y de conciencia en la ciudadanía toda.

A manera de paréntesis debido a una situación fortuita y providencial a la vez, conocí la ciudad de Tapachula hace pocos días. Gracias a la guía experta del Arq. Hans Kabsch Vela, vi una suma de edificios modernos –nuevamente- que hacen de este lugar un inigualable laboratorio “en potencia” de salvaguarda y reutilización. Agradezco a Hans la hospitalidad, el recorrido nocturno y la valiosa información deseándole mucho éxito en la inmensa labor de concientización y activismo que realiza en esa región fronteriza de increíble riqueza patrimonial del siglo XX.

El pasado viernes, se llevó a cabo la esperada conferencia magistral del arquitecto norteamericano Steven Holl en el Polyforum Siqueiros organizada por NODE / A Creative Nexus. De tradición académica (profesor numerario en la Universidad de Columbia) y con muchísima obra de incuestionable calidad de exportación, la ponencia abarcó particularmente la producción de Holl en China, dictando a través de sus proyectos (orientales) más recientes (siempre antecedidos por sus famosas acuarelas) un manifiesto de 5 puntos que promueve con rigor un profundo respeto por el lugar y un subrayado compromiso humanitario…una gran obra de radical expresividad que se reconoció con el Premio Kalmanani, otorgado por NODE y que esperamos ver reconocida con el Premio Pritzker, debido al probado “olfato” que José Luís Álvarez Tinajero, líder del colectivo NODE ha demostrado en sus otorgamientos proféticos tanto a Toyo Ito en el 2009 (Premio Pritzker 2013) como a Shigueru Ban en el 2012, quien fue anunciado el pasado lunes como el ganador del Pritzker 2014.

En relación a la noticia, lo primero que llama la atención es que el premio se haya concedido a un arquitecto japonés nuevamente. Es el 7o que lo obtiene, el 3o en los últimos cinco años, y eso es una reiteración de la supremacía de la arquitectura japonesa. En cuanto al otorgamiento a Shigeru Ban el premio (me) parece merecido sobre todo porque reconoce una postura social y humanitaria –Shigeru Ban se ha destacado particularmente por proyectar y gestionar una arquitectura para la emergencia- que introduce un cambio de paradigma a la recurrente disyuntiva "impresión o emoción", anteponiendo el término "solución" como lo verdaderamente importante del quehacer del arquitecto. Trabajar de manera altruista (según lo afirma en algunas entrevistas) para los grupos más vulnerables que habitan el planeta no es poca cosa, y representa en sí el desarrollo de un conocimiento que Ban ha generado desde la investigación con materiales como el cartón o el papel, lo que se traduce en una decisión acertada del jurado en cuanto a la visión del premio que parece alejarse definitivamente de la arquitectura espectacular. Si bien el Centro Pompidou en Metz o la Christchurch Cardboard Cathedral en Nueva Zelanda son edificios cuestionablemente atractivos (tiene mucha obra, casas y pabellones), la visión humanitaria de su obra y pensamiento, a saber, le merecieron el premio.

JVdM

Con Perspectiva 19mar2014 / "Arquitectura, literatura y ciudad"

Amén de la inconmensurable obra que lo demuestra todo el tiempo, la arquitectura está íntimamente ligada a la literatura. La literatura lo está también a la arquitectura, aunque quizás de una manera menos indispensable –hay obras literarias que prescinden de escenarios habitables, a saber- por decirlo así. Ahora bien, abordar la relación de ambas artes (en términos de la división clásica de los griegos por ahora…), desde un intento metodológico de analogías es enfrentarse por igual a un ingente campo de posibilidades, quizás articulado mayormente por la imaginación y la memoria, sin importar el orden. Desde el primer momento del acto creativo -página en blanco o “plano”, en su caso- ambas diciplinas precisan de cierta creatividad “analítica”, aunque en arquitectura el “plano en blanco” sea una metáfora: tiene contexto, coordenadas, orientación, topografía, quizás árboles, infraestructura, además de normas, presupuesto y, digamos, “personajes” (cliente o usuario), para volver a la analogía literaria esperando que no se alargue demasiado, justamente allí, en su carácter utilitario y de servicio que la arquitectura asume casi sin comparación con ninguna otra de las artes. Desde una perspectiva de géneros literarios, en cuanto a términos y a conceptos análogos, una sucesión de patios o una trama de mosaicos pueden ser un cuento para el curioso que encuentra formas y sentido; o las proporciones de una obra arquitectónica pueden resultar “poeticas”. Digamos que cuento y poesía serían géneros literarios que transportados a la arquitectura se convierten en adjetivos “altamente” calificativos. En otro ejercicio, ahora en términos de un diagrama de “conjuntos de Venn”, obtenemos de la intersección entre literatura y arquitectura infinidad de signos en común, acaso acotados por su fondo: ambas tienen algo que decir, y su forma: la manera como lo dicen…léase que el verbo se hace…arquitectura!.

Letras o tabiques, libros o edificios, literatura y arquitectura son seres inanimados que cobran vida (Letras Libres o Arquitectura Viva) intermitentemente desde la voluntad con diversos verbos: la ventana “ventila”, se “abre” hacia la vista, el vestíbulo “distribuye”, el patio “organiza”, la plaza “articula”, “democratiza”, el jardín “envuelve” “protege”…y así, todo al igual que en literatura existirá según lo dispongamos. La arquitectura es fuerza de voluntad narrativa en potencia, es decir, nos puede (quizás deba) narrar algo, acaso una forma de vida; una imparable analogía que se puede extender hasta el aforismo: no todo lo que se escribe es literatura ni todo lo que se construye es arquitectura. Más allá de una arquitectura escrita –digamos, con gran discurso y cargada de la mayor aspiración humana- o de una literatura construida monumentalmente, escribir sobre arquitectura en relación a la literatura es (por lo menos en este caso), un ejercicio introspectivo que prometería incierta suma de omisiones que aparecerán con las primeras ideas sobre libros, escritores, escritores que escriben de arquitectura, de ciudades, sobre arquitectos que escribimos de arquitectura, textos, revistas especializadas, o blogs.

Sirva este incipiente intento para localizar el papel que juega la literatura de formato variable hoy por hoy en nuestra práctica profesional, y su repercusión en la ciudad y en la vida cotidiana. Estar en el mundo (habitarlo) supone estar en la letras, impresas o no. Esto presupone además que la sociedad en su conjunto estará más cerca de la arquitectura y que los arquitectos deberemos salir cuanto antes del estéril capelo que representa la “arquitectura para arquitectos”. Con anterioridad en este espacio reseñé muy sucintamente la formidable colección de textos “Ideario de los Arquitectos Mexicanos” de Ramón Vargas Salguero y J.Víctor  Arias Montes; La semana entrante se presentará en el Palacio de Iturbide el monumental libro en dos tomos “Arquitectura en México 1900-2010” de Fernanda Canales editado por ella con Fomento Cultural Banamex, que acompaña la espléndida exposición actualmente montada en el mismo recinto y, finalmente, el próximo día 22 iniciará “Mextrópoli –Primer Festival Internacional de Arquitectura y Ciudad-“ evento promovido por la revista Arquine (junto al Gobierno de la Ciudad de México), una publicación trimestral que ya empieza a cosechar lo que sembró desde las letras y la arquitectura con incuestionable calidad desde su primer número en otoño de 1997.

JVdM

Con Perspectiva 12mar2014 / "Las relaciones públicas en arquitectura"

Además de un gran padre y hombre de familia, mi papá fue un gran “PR” (Public Relations), y por lo mismo un gran cultivador de amistades. Era notable y notoriamente querido por sus amigos y conocidos. También fue un prominente publicista -de vocación, más que de formación propiamente-. Lo asocio en algo con el Don Draper de la magnífica serie de televisión Mad Men…Bueno. Él siempre me insistió en la importancia de las relaciones públicas para mi desarrollo profesional y desde que me hice arquitecto…mucho más: “…ustedes los arquitectos…¡procuren a sus (posibles) clientes, hombre!”, me “apuraba” muchas veces; pero por algún motivo simerpe pensé que en arquitectura no podía ser del todo así. Ahora bien, los papás “sabemos” que nuestros consejos siempre serán los mejores para nuestros hijos. Toma tiempo escuchar.

Hace no tanto (tiempo) le pregunté al Arq. Antonio Attolini Lack (uno de mi más admirados maestros y amigo entrañable, pese a nuestra diferencia de edad) cual era su posición en el tema de las relaciones públicas, y me respondió con el siguiente consejo: “No socialice con sus clientes”. Una postura antagónica a la de mi padre, ¿sería?. Attolini me explicaba que si socializas con tus clientes te expones a tener que hacer concesiones que comprometerán tu trabajo de alguna manera, resumidamente. Él fue un arquitecto muy reconocido y prolífico que termiaba incuestionablemente sus obras con excelencia y envidiable calidad.

Conocí al arquitecto venezolano Tomás José Sanabria hace casi 8 años; he escrito acerca de aquel encuentro en este espacio. En esa memorable ocasión, le pregunté lo mismo y me respondió más o menos: “para que el cliente respete al arquitecto, el arquitecto debe respetar a su cliente. Eso requiere de cierta formación “psicológica” de los arquitectos. Los estudiantes deberían llevar un propedéutico en Psicolgía antes de empezar la carrera de Arquitectura…”. Muy cierto, mejor imposible, pensé.

La arquitectura es un arte que precisa (¿casi?) inevitablemente de un cliente y sirve a un usuario. Unas veces el cliente es el usuario, otras no; en obra pública, más bien no. En cierta conferencia de Santiago Calatrava en el Palcio de Bellas Artes, (aquella en la que denunció que la famosa cúpula del Reichstag en Berlín de Norman Foster se la había copiado a él…) alguien le preguntó si había proyectado alguna casa. Me pareció una buena pregunta…(no conozco una casa de Calatrava, le admiro pero tampoco soy el gran fan…) a lo que Calatrava respondió que lo que ocurría era que el 90 y tantos porciento del trabajo de su oficina se obtenía por concursos, y que casi no había concursos de casas…”¿cuántos no quisiéramos ser como él?”, confieso que pensé…y ¿pues cómo le habría hecho para escalar tan alto entonces? ¿un genio? La respuesta se resume en pocas palabras: trabajo intenso, capacidad, talento, etc. Hoy Calatrava atraviesa por litigios y penalizaciones ocasionadas por desperfectos en algunas de sus obras. Eso da cuenta de que en un mundo profesional obtenido por concursos hay, además de derechos (a cobrar bien o a no dar concesiones, por ejemplo), obligaciones, pero eso ya es otra historia que amerita reflexión aparte sobre la urgente cultura de los concursos públicos.

Volviendo a las relaciones públicas y su efecto sobre el actual campo profesional de la arquitectura, (bien metaforizado en algún lugar del ciberespacio como “un océano de aguas en las que se podría separar el azúcar y la sal”), el tema introdujo desde hace pocos años una nueva forma de relación enre las relaciones públicas y las redes sociales; un fenómeno del mayor interés que desde esta perspectiva se presenta como un espejismo de cultivo de otras relaciones públicas como clientes potenciales solo por el hecho de estar presente todo el tiempo allí. LinkedIn sería –en ese caso- el oasis, por decirlo así.

En resúmen prefiero pensar que mi papá y Attolini se encontaron en el más allá, como Sócrates y Fedro en el “Eupalinos o el arquitecto” de Paul Valéry, para demostrar desde su experiencia que sus posiciones no necesariamente se contraponen sino que se pueden complementar radicalmente. El trabajo se debe obtener por ser bueno, no por ser social, pero si una vez obtenido el trabajo no se es socialmente hábil –digámoslo así- para llevarlo a buen fín, pues no sirve de mucho ser bueno, aunque allí no se agote el debate sobre la “utiliad” de lo social en arquitectura. Da para mucho más...

JVdM

 uberblogged.com es un sitio dedicado a Comunicación, Periodismo, Social Media y Ciberculturas en el que encontré: “Social Media no es lo mismo que PR”   aquí el interesante link

http://uberblogged.com/socialmedia/social-media-no-es-lo-mismo-que-pr/

Con Perspectiva 05mar2014 / "Activismo, otra forma de hacer arquitectura"

Las redes sociales y los blogs más consolidados de arquitectura han sido la voz cantante de las “no decisiones” (léase asignaciones, que no indecisiones) de la ciudad y su gobierno en cuanto a la falta de trasparencia en los procesos de selección de sus arquitectos, los que diseñan espacio público, y eso está bien en cuanto a toma de conciencia, no es poca cosa:

Recientemente dos temas han atraído mayormente su presencia allí: el de los proyectos del Conaculta de Consuelo Sáizar del sexenio pasado, y el de los proyectos de la Delegación Miguel Hidalgo de Victor Romo, ahora en curso.

Llama la atención agudamente que ambos casos estén protagonizados por arquitectos probados y muy reconocidos por su obra –muchas veces gracias a las revistas o a los medios de difusión visual arquitectónica- que han dejado, en promedio, buenas piezas de arquitectura contribuyendo al mejoramiento arquitectónico y urbano de la ciudad en los citados casos…Entonces, si suman, pues no está tan mal el asunto, ¿o cómo?. Pero es que debería haber oportunidades, transparencia, democracia, debería, y deberíamos… y así hasta llegar a esta especie de novedoso terreno “fagocitable” de arquitectos activistas y arquitectos del poder, que sirve de cultivo a su vez, de nuevos poderes de la arquitectura buscando el devenir de la anhelada regulación del Proyecto Público; se trata pues de una nueva señal sobre la urgencia de dicha regulación o norma que, desde los dos casos citados arriba siguen abonando positivamente en el sentido de la construcción de una campo laboral más justo, a saber. Exploremos algunas perspectivas a manera de peguntas, disculpando la mayéutica: “Si las dependencias de gobierno, y las delegaciones tienen presupuesto para obras públicas, ¿por qué tan pocas contratan a buenos arquitectos? Es relativo. ¿Qué pasa con el resto de las dependencias…y de los buenos arquitectos? También es relativo ¿Hay algún caso ejemplar de transparencia sin concurso? Seguramente. Ante la falta de oportunidades o de concursos…¿cómo se abren paso (o debería decir nos abrimos (¡!) ya que también he trabajado en proyectos públicos por asignación directa) los arquitectos que consiguen esas magníficas oportunidades? ¿trabajo llama trabajo?...Y cuando la asignación directa se da a un arquitecto probo…¿debemos pensar que no está mal? ¿Habría una tenue línea que separa cuando sí y cuando no aceptar un encargo si es legalmente válido? ¿Podría el activismo mediático provocar ahora un “estadio culposo” del arquitecto renombrado? Difícilmente, me temo: resulta que los arquitectos no adquirimos tampoco mayor responsabilidad una vez que entregamos y nos reciben los proyectos públicos que nos contratan, a saber también. La mayor penalización será que no te vuelvan a invitar o que no te consideren en la siguiente ocasión...débil razonamiento, con todo.

Personalmente he insistido insuficientemente en que los proyectos públicos deben de concursarse…¿todos?, graudalmente por lo menos; están los “Estudios de Caso” previos a los concursos arquitecónicos o urbanos que deberían gestionarse a partir de colaboraciones entre gobierno y universidades, pero para eso “se necesitan dos”…(tánto como en las asignaciones directas!, por cierto). Coincido en la mayoría de los textos que he leído recientemente en este tema. La democracia queda distorcionada y en entredicho con la formas de ser y de hacer gobierno: importa más el voto que el votante, por decir lo menos. Pero en arquitectura la democracia se basa en otros valores, anonimato por ejemplo, algo impensable en política. Así, la toma de conciencia que este activismo mediático podría generar en el gobierno será también relativa, desde mi perspectiva: “estos cuates quieren chamba nada más” pensarán. Pero si la toma de conciencia se dá en toda la sociedad primero, en nuestro aún desarticulado gremio, y en los estudiantes de arquietctura, por ejemplo, entonces la perspectiva cambia y la cosa se verá desde una mejor posición.

En el blog “proyecto público - el poder de la arquitectura o la arquitectura del poder” gestionado por ahgalvez (Arq. Alejandro Hernández Gálvez) se publican textos sobre el statu quo de la arquitectura, además de reflexiones e iniciativas de arquitectos que impulsan la transparencia y la democracia de nuestra práctica profesional. Vale la pena acercarse, leerlo, y usarlo inclusive, para que no digan que es cosa de unos cuantos nada más.

JVdM

Con Perspectiva 26feb2014 / "Re-pensamiento del oficio, algo sobre Axel Arañó"

El pasado 12 de febrero recibí en nuestra Escuela de Arquitectura al Arq. Axel Arañó (Cd. de México 1964), una invitación ciertamente pendiente a un ciclo de conferencias que se ha consolidado como re-pensamiento sostenido de la práctica profesional y su enseñanaza en las escuelas de arquitectura.

La charla inició con la presentación de dos libros editados por él: primero “Arquitectura Parlamentaria en México – dos siglos de recintos para el diálogo”, en el que desarrolla un valioso análisis de 34 edificios, 32 estatales y dos federales de la arquitectura del poder y su marco legal en lo físco, tal y como se ha dado en nuestro País. Seguidamente presentó “Arquitectura Escolar SEP 90 Años”, en el que documenta escuelas particularmente representativas de las últimas 9 decadas desde la fundación de la SEP en 1921. “…las mejores son las que adquirieron identidad propia, no los modelos que se repetían en todas partes..” Es decir, la introducción de la conferencia da cuenta de la reflexión -de tipologías arquitectónicas en este caso-, el conocimeinto histórico y el análisis crítico que los futuros arquitectos deberán dominar desde su activad profesional: “…recuerden que en arquitectura siempre hay decisiones políticas, es política…”. Tras anunciar otros libros en camino (uno sobre las proporciones de la obra de Luis Barragán) inició la muestra con una selección de trabajos que dio fe del cuidadoso trabajo de Arañó: La Unidad Multidisciplinaria de Investigación Aplicada de la Facultad de Estudios Superiores, campus Acatlán, el Museo de sitio Tlilatl - Biblioteca León Felipe en la Delegación Coyoacán, y un Auditorio–Galería para la ENEP Iztacala en Tlalnepantla Edo. México, ejemplificaron una tipología de edificios educativos y culturales que denota incuestionable talento compositivo de particular economía en sus sistemas constructivos…”no somos muy dados al mantenimiento y eso debemos tenerlo en cuena todo el tiempo”. Posteriormente se presentó el proyecto de un edificio de departamenteos “dúplex” en Polanco (muy ingeniosamente resuelto), una casa en Tepoztlán Morelos y otra en Zapopan, Jalisco, ambas con sobrada justificación de sus esquemas y de su toma de decisiones: orientaciones, aprovechamiento de las vistas, apropiación del paisaje, materiales constructivos “…no se trata de tradición o de modernidad, no se preocupen demasiado por el estilo que les pida su cliente, mucho menos de aparecer en las revistas, es un asunto de sumar tradición “y” modernidad…”. Finalmente presentó el proyecto de una casa mínima, la Casa Cruz. Una obra cuidada hasta el último centímetro y detalle, en donde la propuesta se localiza en cómo hacer alcanzable el sueño de millones de personas: “tu casita”. Resuleta mediante un esquema de medios niveles con block de color ocre y concreto expuesto, la obra es lisa y llanamnete presentada como la posibilidad de un “campo de trabajo” abundante para el arquitecto del futuro. La informaildad que se regulariza convirtiéndose en terreno fértil para repensar la vivienda como célula madre de una arquitectura de servicio…ávida de habitablidad.

La Charla, francamente contagiosa de gusto y pasión por nuestro oficio de la arquitetura, concluye con una reflexión provocativa, aguda y de gran profundidad: “si pudiera volver a la aulas de la Universidad estudaría Ingeniería Civil y Filosofía.” Con el enriquecedor “off the record” despidiendo a nuestro invitado intercambiamos algunos puntos de vista: “En vez de enseñarnos malas instalaciones porqué no nos enseñan mejor como se enfriaba la Scala de Milán durante la presentación de una ópera, por ejemplo; o ¿cómo funcionaban los chorros de las fuentes del Palaico de Versalles si no había bombas de agua?...nos sería más útil!” Su reflexión final me hizo recordar la metáfora -¿o el tuit? de que si todas las asignaturas que se imaprten en la Universidad fueran tabiques, la argamasa que los une sería Filosofía y el edificio construido el conocimiento que nos acerca a la Verdad. Muchas gracias al Arq. Axel Arañó por su valiosa participación.

JVdM

Con Perspectiva 19feb2014 / "Sobre la representación gráfica en arquitectura (I)"

Recientemente Archdaily publicó unas imágenes, supongo que las primeras, del proyecto del Museo Internacional del Barroco que proyectó el ganador del Pritzker 2013 Toyo Ito en la capital Poblana, y que se podrá visitar en 2016, según la nota. La impresión que me produjeron dichas imágenes, léase “renders”, fue de que no le quedaron muy bien…como cuando un proyector en alguna conferencia quema la imagen en la pantalla o algo así, no se. Me pareció –no importa- un proyecto raro, desconcertante para lo que nos tiene acostumbrados … Seguramente habrá algún discursazo explicativo en su oportuniad, pero más que el extraño proyecto pues, sus imágenes me invitaron a una reflexión que podría extenderse a varios textos: la representaciòn gráfica, el dibujo, las imágenes y el rendering en arquitectura.

Tuve la inmensa fortuna de trabajar mientras estudiaba en la universidad con arquitectos que dibujaban verdaderamnete bien. En primer semestre con Javier Carral, que mientras hablaba por teléfono en su escritorio pintaba excelentes acuarelas de sus proyectos, de lugares facinantes o de personajes increíbles. Con el Arq. José Luis Ezquerra -durante el tercer semestre- que de un día al otro resolvía un barrio entero con perspectivas que tapizaban toda su oficina (me tocó dibujar en el proeycto para “la Villanueva del Cabo” en Baja California Sur); Ezquerra dominaba magistralmente todas las técnicas, lápiz en papel albanene “trapo”, croquis en “tracing paper” amarillo con plumín negro y plumones “design” y, recuerdo particularmente su técnica policromática de prismacolor sobre los “maduros” (copias color sepia que hacían las veces de originales reproducibles y que se usaban para dibujar las instalaciones, por ejemplo). Poco despúes, gracias al ejemplo de mis copañeros de “los semestres de arriba” Paul Zarkin y Miguel Castelazo (qepd), pasé fugazmente –en 1984- por el despacho López-Baz, Calleja, Rivas y Artigas, en donde quedé “hipnotizado” por la arquitectura que allí se hacía, y sobre todo por la representación gráfica de la oficina. Raúl Rivas hacía personalmente los dibujos y las perspectivas. Trabajaba en un papel albanene gruesísimo, con tinta china y con una técnica de “enmascarillado” con papel y diurex trasparente, plumones “design” difuminados con gaslina blanca, aerógrafo, prismacolor…Empezaba por el cielo, las nubes borrando con una navajita Gillette,  las sombras en tinta china negra por detrás del papel, los árboles y la vegetación con auténtico punitllismo, un Maestro también para las perspectivas interiores de día o de noche, para los croquis en cualquier técnica; dibujaba unas perspectivas a lápiz extraordinarias por igual…Además de esa formidable formación, casi desde el inicio de la carrera me acompañé del libro “La Ilustración Arquiteócnia” de Paul Stevenson Oles (perspectivista de I.M.Pei entre otros), que me servío de ejemplo adicional para entrenar el ojo y la mano, claro. También tuve “maestros particulares” desde la amistad como Antonio Attolini Lack o el venezolano José Tomás Sanabria, quienes, además de grandes arquitectos dibujaban con grandeza por igual.

Para cualquier arquitecto con práctica profesional resulta natural buscar la mejor (por definr “la mejor”) forma de representación gráfica de sus propuestas, sobre todo en la etapa de venta, presentación inicial, convencimiento al cliente, o concurso. Con la computadora se perdió la sabiduría comentada arriba, pero se ganó acaso otra que igualmente entra por la vista independientemente de qe sea mejor o peor. Erwin Panofsky en su memorable ensayo “El Estilo y el Medio en la Imagen Cinematrogáfica” habla de una suerte de nostalgia que se puede sentir por el cine mudo, no como argumento contra las películas sonoras, sino como la pérdida de virtudes de la actuación sin sonido. “…las primeras películas sonoras eran infinitamente inferiores a las entonces maduras películas mudas, y la mayoría de las películas en Technicolor fueron todavía inferiores a las entonces maduras películas en blanco y negro”…Sin embargo el rendering en arquitectura– hoy con un grado de sofisticación y perfeccionamiento tal que permite “igualar la realidad” fotográficamente- queda en desventaja con el cine, estirando el ejemplo, que sí permite “glorificar la realidad” de manera más benevolente, por decirlo de alguna manera.

JVdM

Con Perspectiva 12feb2014 / "De más conferencias y eventos."

La etapa final de un concurso de arquitectura -como participante- generalmente demanda aceleración y concentración adicional a la de cualquier día. A veces, dependiendo de la escala de la competencia, pierdes la noción del tiempo ajeno a la fecha límite de entrega. El pasado martes enviamos uno a tierras lejanas (insistiendo en los concursos internacionales), con la satisfacción de haber cumplido con el deber (de haber dado el mejor esfuerzo), mismo día en que iniciaron los festejos del 50 aniversario de la Universidad Anáhuac, mi alma máter, y con la sensación de que todo vuelve a su velocidad cotidiana. Circunstancial a fin de cuentas (felicito a mis colaboradores "deseándonos" éxito), inicio esta reincorporación al mundo con agradecimientos pendientes antes que nada.

El miércoles antepasado, tuvimos el gusto y el privilegio de recibir al Arq. Billy Springall (Cd. de México 1962), socio fundador de  Springall + Lira, firma que ya cuenta con un importante portafolio de obras y proyectos repartidos principalmente entre México y España. Una conferencia abundante y muy bien preparada a partir de la presentación de una selección de ideas, obras y proyectos en tres escalas diferentes. Primero un diseño interior para un hotel preexistente, transformándolo sin interrumpir su funcionamiento con estrategias muy novedosas de arquitectura de interiores...la librería Gandhi de Monterrey, en una escala intermedia que explora las bondades y los límites de la caja y la techumbre "exenta"; un atractivo conjunto habitacional en Querétaro con forma de una gran  celosía, y finalmente una plato fuerte de gran escala integrado por los proyectos de la envolvente para Liverpool en el Paseo Tollocan  -“una suave cesta”-, un poderosísimo concurso (en colaboración con Bernardo Gómez-Pimienta) para la Corte Internacional de Justicia en LaHaya, terminando con el imponente Call-Center del Banco Santander, que en colaboración con el solvente despacho español Estudio Lamela Arquitectos, trastoca positivamente el contexto de Querétaro desde el automóvil. Las formas circulares recurrentes en los proyectos de gran escala detalladamente presentados, se identifican en lo medioambiental y de consciencia energética en un excelente hilo conductor. Un lujo que apreciamos con gratitud.

Seguidamente, el pasado miércoles recibimos con gran agrado también al arq. Arturo Ortíz Struck (1969). El tema, acaso una estrategia eficazmente pedagógica para los estudiantes de arquitectura, es provocar una caída de veinte en cuanto al ámbito laboral y las posibilidades de nuestro quehacer en un amplio sector de la  sociedad que, en apariencia, no nos necesita. Abordando a la ciudad como un espejo de la sociedad, la primera parte de la charla es un bombardeo de imágenes introductorio en tres bloques tipológicamente contrastantes: casas "voladoras" en Bosques de las Lomas, cuartos de servicio, y hoteles de paso. Y desde la ostensible falta de correspondencia entre la sociedad y lo que supondría ser nuestra ciudad como su reflejo, Arturo nos presenta una clarísima perspectiva de la vivienda como generadora -en gran parte- del citado desajuste. "Lo que menos importa en el problema de la vivienda, es la vivienda". Minusvalía, negocio financiero, o el cáncer del las innumerables ciudades dormitorio convertidas en centros de violencia, de nueva cuenta subrayan la urgencia de un gremio aparentemente innecesario, pero que en realidad siempre es urgente. ¿y qué podemos hacer?, poner en evidencia el error histórico de una ciudad en la que no puedes ejercer tus derechos es un comienzo al fin y al cabo. Aterrizando en propuestas específicas de vivienda mínima en las zonas más vulnerables de la ciudad, además de un extenso y afortunado estudio de caso, la charla concluye con la presentación de un nutritivo ejercicio de represamiento que en su conjunto, ha merecido diversos premios, publicaciones y becas a Arturo Ortiz Struck y a su Taller Territorial de México. Aquí mi enhorabuena con gratitud.

JVdM

Con Perspectiva 05feb2014 / "Relato sobre el concurso del Zócalo"

Hace unos 20 años mi oficina estuvo en Av. Ejército Nacional; era francamente "fea” (ni modo, así empezábamos) aunque tenía buena vista por encontrarse en el piso 9 de un edificio con más pena que gloria, cerca del Club Mundet. Subdividida en tres, la compartía con mi amigo el Arq. Juan Carlos Olávarri, gracias a una invitación que a él le hiciera Don José Luis García, un Señor (con mayúscula) español, originario de la ciudad de Gijón, que trabajaba también allí independientemente como comisionista. La oficina de Don José Luis (mucho mayor que nosotros) estaba justo frente a la mía y eventualmente nos deteníamos a platicar de cualquier cosa. "Os veo muy entusiasmados, en qué trabajáis ahora", me preguntó un día a finales de 1998. Estamos participando en el concurso para la rehabilitación del Zócalo, le dije. “¿¡Y qué haréis!?”...No sabemos aún, pero pensamos en algo que la gente considere como propio...siempre me he quejado de la ciudad y sus gobiernos pero este concurso se me presenta como una oportunidad de decir algo positivo, de hacer algo como arquitecto además de criticar, que es demasiado fácil...

Las bases del concurso estaban bien en términos generales, impresas en un documento razonablemente bien editado, con tiempos cortos pero con datos y objetivos muy claros, anonimato garantizado, un jurado de primera conformado por arquitectos mexicanos de renombre –Carlos Ortega, Félix Sánchez y Eduardo Terrazas- y los extranjeros –Fumihiko Maki, Manuel DaCosta-Loboy Rogelio Salmona- también de gran renombre, además de buenos premios a los tres primeros lugares (incluyendo la contratación al primer lugar) con menciones honoríficas al resto de los 15 finalistas…y como muchos arquitectos mexicanos (fue un concurso nacional en dos etapas), participé con gran entusiasmo. (En el proceso visité la Plaza de la Constitución más de 40 veces acumulando muchísimas anécdotas memorables, magníficos recuerdos con el Arq. Luis Bernal que colaboraba conmigo, y sobre todo gran “familiarización” con la Plaza Mayor).

Como a los 10 días se presentó don José Luis a mi lugar de trabajo y me dijo: “ya se lo que tenéis que hacer en el Zócalo para ganar el primer lugar del concurso: una piñata gigantesca”. Me explicó su concepto con vehemencia argumentando que en los más de 40 años de su llegada a México, había constatado que las piñatas nos gustan a todos los mexicanos, además de que en el mundo entero se (re)conocen por sus colores y por nuestro carácter festivo; gran símbolo nacional que a nadie se le ocurrirá…Aunque pareciera una broma, consideramos valiosa su idea si la lográbamos absorber en el contexto de nuestras ideas, y ahora desde el recuerdo nostálgico, confirmo que sigue siendo sumamente vigente en un ámbito sociológico que siempre me ha interesado mayormente: cómo nos apropiamos de un espacio público impuesto desde el empoderamiento de la autoridad.

El reciente anuncio de la Remodelación del Zócalo por parte del Jefe de Gobierno del DF no da ni el menor acuse de recibo del histórico concurso, parcial y anecdóticamente contextualizado arriba. Recuerdo que la politización del atrio de la Catedral o quizás una posición muy conservadora del primer Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas –quien nos premió en Bellas Artes a ganadores y finalistas- “atoraron” la ejecución del proyecto ejecutivo adjudicado al ganador del Concurso, un amplio equipo encabezado por los arquitectos Ernesto Betancourt, Cecilia Cortés y Juan Carlos Tello.

Desde mi perspectiva como participante, el concurso fue fallado con aguda precisión; no debió haber sido fácil decidir entre las diversas bondades y aciertos que tuvieron muchos de los proyectos presentados en la competencia -estrategias urbanas, jacarandas, espejos de agua, la urgente peatonalización de la plaza o todo el tema del Templo Mayor, también motivo del citado caso- y por ello desconcierta el silencio sonadamente. Apoyar la cultura de los concursos implica el respeto a un proceso que inicia públicamente con una convocatoria, hasta la culminación de la obra terminada. Aquí tienen una invaluable oportunidad que bien vale la pena considerar. ¿Porqué no?

JVdM

Con Perspectiva 29ene2014 / "Algo sobre Bordos 100"

El pasado miércoles 21 recibimos al Arq. Marcos Betanzos. Le conocí a través de las redes sociales pero personalmente minutos antes de su conferencia.

Marcos Betanzos (Ciudad de México, 1983) es arquitecto por la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional, articulista, fotógrafo independiente y docente en varias escuelas de arquitectura.

Su trabajo, rotundamente reflexivo y propositivo, aborda la relación del arquitecto y la sociedad (más vulnerable en este caso) a partir de la experiencia vivencial, de contacto, e inversamente proporcional a la creación del glamoroso objeto arquitectónico. La conferencia inicia con la puesta en escena de los históricos errores en cuanto a la producción de vivienda en nuestro País, poniendo sobre la mesa un manifiesto “proyectual”: “¿qué es una casa?, un ideal inalcanzable”. Al cabo de unos minutos, caigo en la cuenta de que el discurso y el sustento de la presentación es justamente lo que estaba esperando, sustancia que alimenta el re-pensamiento sobre lo que estamos enseñando en las escuelas de arquitectura… Un novedoso trabajo fotográfico y de fotomontajes presenta una serie de “what if´s” que ironizan el estatus del arquitecto como profesionista. La famosa foto de Luis Barragán en los terrenos del Pedregal foto-montada en el Bordo de Xochiaca, provoca instantáneamente y atrapa la atención de todos. Es allí –en Xochiaca- donde se lleva a cabo el trabajo motivo de la conferencia y que ausculta la vida cotidiana desde el ámbito del desecho y del residuo. La foto de una ventana improvisada, un hueco amorfo en un muro de lámina o de cartón con unos niños asomándose, confronta finalmente lo que los arquitectos podríamos hacer allí…poco que ver con lo que nos han enseñado en la escuela…Otra fotografía de un “vochito” en el inmenso basurero que funciona como sala de juntas de algún líder, advierte que el re-uso trae consigo inherente el cambio de uso: un bañera ahora puede ser una jardinera, las llantas son sofás o escaleras o módulos para construir algo insospechado…por nosotros los arquitectos. En ese contexto pareciéramos innecesarios porque ¿cómo podríamos adaptar aquella “realidad”?

La apuesta de Marcos Betanzos tuvo resonancia en el Sistema Nacional de Jóvenes Creadores FONCA-CONACULTA -tras algunos intentos previos- en la disciplina de Arquitectura por su proyecto “BORDOS 100”. El nombre es un sarcasmo del célebre “Ordos 100”, un movimiento de intercambio de ideas y de conocimiento promovido por el famoso artista chino Ai Weiwei y los arquitectos suizos Herzog & DeMeuron , que terminó en un envidiable happening arqui-archi-mediáticao protagonizado por 100 arquitectos con credenciales “star system" de 27 países invitados a construir una villa de 1000m2 cada una en la lujosa ciudad desierta de Ordos, en Mongolia.

A partir de ese contrapunto y mediáticamente muy correcto, el proyecto Bordos100 llega a buen puerto con la producción de un magnífico video, una instalación y una serie de propuestas arquitectónicas de algunos despachos que atendieron la invitación de Marcos, suficientemente difundidas en los medios de arquitectura, que en su conjunto destilan buena composta conclusiva:

El énfasis mediático en arquitectura desenfoca la realidad, lo “real” se aleja de lo que buscamos como arquitectos y desde una práctica así, la arquitectura por si sola no podría cambiar problemáticas tan profundas como la del estudio del caso; se trata de un problema interdisciplinario. Existen carencias y vacíos que nos impiden comprender o mejor aún, recordar –sobre todo en las escuelas de arquitectura- que nuestra profesión es una de servicio, ante todo. Desde aquí mi agradecimiento por su presentación.

JVdM

http://vimeo.com/78023105

Con Perspectiva 22ene2014 / "De conferencias y más noticias."

Una actividad por la que he apostado sostenidamente en el tiempo que llevo al frente de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Anáhuac Cd. de México Sur es el Ciclo de Conferencias semanales, todos los miércoles de 10:00 a 11:30. Se trata de un espacio que conecta con la práctica profesional a manera de “ventana al mundo” y que promueve un proteínico intercambio interdisciplinario académico-profesional-presencial indispensable para la formación de los futuros arquitectos. Aquí debo reconocer personalmente el privilegio de poder oír una conferencia semanal, y agradecer insuficientemente a todos los que han participado.

El pasado día 15 iniciamos con Salvador Núñez, socio fundador del recientemente formado – con Carlos Fernández del Valle y María del Carmen Zeballos, - Taller GLOBAL. Con una experiencia formidable labrada desde la firma KMD Architects durante más de 15 años, Taller G inicia el vuelo independiente con proyectos de no poca relevancia. La presentación de Salvador estuvo integrada por proyectos en los que participó desde KMD como “Garden Santa Fe” –expuesto en septiembre del 2012 por el Arq. Francisco Martín del Campo-, un concurso ganado para un centro comercial con oficinas en China, además del trabajo actualmente en proceso desde el Taller G (entre otros la torre de usos mixtos Reforma 509) y otros proyectos de investigación (un utópico centro deportivo de alto rendimiento en la zona del Nevado de Toluca) que despertaron gran interés por el alto grado de innovación. La arquitectura de vocabulario orgánico, generada desde el croquis a mano, más que desde un advertido paramétricismo transmitió inusitada “energía” que nos anima al trabajo intenso como método para abrirse paso en el mundo laboral. Con gratitud por la ponencia aquí envío a Salvador Núñez y a sus socios parabienes en esta etapa que inicia. Enhorabuena.

Punto y aparte, la semana pasada se dio a conocer la próxima renovación, remodelación o rescate del Cine Cosmos, en la Calzada México Tacuba en la Delegación Miguel Hidalgo, a cargo de TEN Arquitectos. Si bien la noticia es tan buena como la del proyecto de imagen urbana para Mazarik en Polanco, o la de un corredor cultural en Tacubaya con una gran casa de la cultura, o la renovación de la Casa de la Bola, por citar sólo algunos en la misma entidad, no deja de inquietar la forma en la que estos proyectos (públicos) son asignados a muy buenos arquitectos todos, excluyentemente. Aquí atisbo otra perspectiva de la cultura de los concursos tan promovida en este espacio: el tiempo. Un delegado tiene tres años para hacer, y en el mejor de los casos, tendrá la idea de que organizar un concurso es algo costoso en dinero…y en tiempo. En cualquier delegación o en otras muchas dependencias de gobierno, lo vivimos todo el tiempo desde la práctica profesional, si no se “gasta” el presupuesto destinado a X ó Y obra, entonces “te lo quitan” y se pierde; con esa prerrogativa hacer un concurso resultaría un despropósito. Reconozco el trabajo de la Delegación Miguel Hidalgo como promotora del espacio público –creo que se ha destacado- pero por ningún motivo debemos soltar el impulso hacia la transparencia en la asignación de los proyectos públicos, que para estos efectos tendría que ser desde esferas más altas…¿deberían durar 3 años los delegados? Más aristas para una ley de proyecto público.

En ese mismo sentido, el domingo se dio a conocer la propuesta: “Condenados a ser modernos”, y al equipo ganador del concurso para representar a México en la 14ª Bienal de Arquitectura de Venecia lugar integrado por: los arquitectos Julio Gaeta y Luby Springall, la historiadora Catherine R. Ettinger, el museógrafo Salvador Quiroz y el diseñador Gustavo Avilés,. Creo que la noticia es muy positiva por lo visto de la competencia -el resultado parece ser muy bueno-, aunque habrá que verlo en el conjunto a pesar del poco tiempo en el que se organizó dicho certamen. Gaeta-Springall han estado exitosamente participativos en las más recientes competencias, y este nuevo triunfo obliga a felicitarles no solo por haberlo obtenido, sino por su permanente participación que también promueve la cultura de los concursos. Enhorabuena.

JVdM

Con Perspectiva 15ene2014 / "Bienvenida universitaria."

A manera de bienvenida al 2014 a profesores y alumnos de las escuelas de arquitectura, aquí una reseña articulada a partir de un repaso muy conciso de algunos artículos y notas que he podido abarcar en el pasado tiempo de descanso.

El artículo de Anatxu Zabalbeascoa del 30 de diciembre en El País, titulado “Resistirse a la subasta del mundo”, presenta un panorama de la arquitectura diferenciado “entre el espectáculo desarraigado y las urgencias básicas”, que resulta de obligada lectura (sobre todo) para quienes participamos en la formación de futuros arquitectos. Las urgencias básicas que la arquitectura debe atender cómo profesión de servicio, no aluden solo a la vivienda, los edificios, el territorio, la recuperación del espacio público o el mejoramiento urbano, también a la posición de élite que los arquitectos debemos olvidar ya, en tanto profesionistas inalcanzables para la mayoría de las personas. Un día antes, el domingo 29 de diciembre la revista El País Semanal publicó una lista de los 100 protagonistas del mundo iberoamericano encabezada por el Papa Francisco. En la sección “creadores” aparece –considero que muy merecidamente- el (único) arquitecto español Iñaki Ábalos, Director de la Escuela de Arquitectura de Harvard desde agosto del pasado año. El texto -también escrito por Zabalbeascoa- se titula “Formando arquitectos” y presenta a partir de ese adiestramiento de la élite – no del dañino glamour mencionado arriba sino de la élite en cuanto a nivel académico harvariano- la posibilidad de influir en los edificios del futuro desde las aulas y la interacción de la ciencia con la cultura arquitectónica.

Particular revuelo produjo en las redes sociales el proyecto del segundo piso para bicicletas en Londres, presentado Norman Foster (Foster + Partners). Magníficos renders –como ya nos tienen acostumbrados- para presentar una buena propuesta, con no pocos asegunes, pero una buena propuesta a fin de cuentas, inversamente proporcional a la del segundo piso sobre la carretera México-Toluca. ¿No íbamos a tener trenes de alta velocidad? Creo que lo soñé (de cualquier forma el anuncio de la autopista elevada entre las dos capitales –DF y Toluca- es el de una próxima licitación de obra, por lo que resulta ingenuo prejuzgar una ocurrencia o cambio de planes de campaña política, a saber).

Gracias a la infinidad sitios y revistas digitales de arquitectura en la red, hoy ya estamos al tanto y al día de la mejor producción global, en un muy amplio sentido de la palabra. Entre otros, atrapó especialmente mi atención el proyecto de re-diseño de la “Times Square” de la firma Snohetta (publicado en “Dezeen”). Allí resulta evidente la materialización de un proyecto de visión que (me) remite inevitablemente a lo que podrían ser trasformaciones de enclaves estratégicos para la publicidad exterior (léase en primer lugar la Glorieta de los Insurgentes, evidentemente); “googleen (del neologismo googlear)” Times Square, y verán aparecer en primer lugar timessquarenyc.org/ (The official site of Times Square), un espacio público con “web” logrado a través de alianzas que derivan en una oferta de vida urbana, de servicio y de cultura sin precedentes.

Además de excelentes sitios –al alcance de la mano todo el tiempo- como “Archdaily”, “Arquine”, DesignBoom, “Domus”, o Archinet entre muchos otros, Basurama, Portavoz, Podio, Edify, RadioArquitectura, etc. hay blogs mega consolidados (entre muchos otros también), como “OTRO / otrootroblog”, o “Propuestas in_Consultas / sancheztaffurarquitecto” cultivado por el arquitecto venezolano Víctor Sánchez Taffur. De éste último recibí recientemente un video corto publicado el pasado día 13 de enero del presente titulado “Ausencia y Presencia de la Función, Steven Holl en la obra de Alberto Campo Baeza. Spirit of Space.” Una reflexión en voz alta del muy prestigiado Holl, mientras camina dos obras de Campo Baeza, que trasciende la funcionalidad de la arquitectura sobre la vocación de los edificios. Sucinta recomendación, pero con perspectiva de atender las urgencias básicas mencionadas arriba.

JVdM

Con Perspectiva 08ene2014 / "Sensibilidad y más concursos para el 2014"

Hace poco más de siete años, hice un viaje de trabajo a Acapulco con Toño. Ida y vuelta el mismo día. Era la primera vez que viajábamos juntos en avión. Conforme nos íbamos acercando al aeropuerto él se iba poniendo de mal humor… “Vas a ver como me van a pedir que me baje de la silla de ruedas para documentarla…” No hombre, ¡cómo crees!, le dije...llegamos al aeropuerto y la señorita del mostrador dudó qué hacer y, después de darnos nuestros pases de abordar nos dijo que preguntáramos en la sala de abordar a ver si (Toño) podía pasar con su silla…(“cómo que a ver…¿no ve que no hay de otra? -¡!-“) Yo atónito, y Toño molesto porque sabía muy bien lo que tenía que librar antes de acomodarse en su asiento del avión…Toño: ”híjole, ese poli no me late”…y el poli: “hasta aquí llegó con su silla jefe, hay que documentarla, “camínele””, hasta allí la anécdota…Hace tres días Toño publica en su Facebook casi la misma historia, otro aeropuerto nacional, otro destino, otra línea aérea, pero la misma historia: …“siempre el mal trato a gente con discapacidad”, termina su post, es decir que ¿no hemos avanzado nada en siete años?. Resulta alarmante la falta de “Sensibilidad” -hasta la fecha- como primera norma de la vida “accesible”. ¿Porqué?

Hace menos tiempo, nos pedían una selección de los mejores alumnos para integrarse a un programa de excelencia de la Universidad. Con mucho gusto pero por supuesto no hicimos la selección. Invitamos a todos por igual, comunicando con la mayor precisión posible los requisitos para ganar los lugares, y al final, solita, quedó la mejor selección posible de interesados.

Con esto, efectivamente me refiero al anuncio de finales del año pasado de la convocatoria a la que se invitarán a 20 firmas de arquitectos –¿seleccionados por quien? o ¿cómo?- para diseñar o construir la Ciudad de la Salud –La Primera Zona de Desarrollo Económico y Social (ZODES)- en Tlalpan. En este relato asistido por la analogía, la palabra “sensibilidad” está oculta, porque tiene un significado distinto al del diseño accesible. Aquí alude a la transparencia anhelada en las decisiones de ciudad, y sobre todo en lo que toca a los proyectos públicos que deben ser incluyentes. La escala del proyecto –urbano- precisa de un concurso de ideas de plan maestro, más que de currículum vitae -en plural- además de concursos particulares para los proyectos de los edificios de clínicas que integrarían el conjunto citado arriba; aunque evidentemente el proyecto cuenta con una importante inversión privada, la competencia de currículum es insuficiente en trasparencia o sensibilidad: se decide sin propuestas, no abona a la cultura de concurso del proyecto público.

Veamos el gran ejercicio que están haciendo en Moscú, por ejemplo. Una serie de concursos, muchos, en distintos géneros y escalas organizados mayormente a través del Strelka Institute for Media, Architecture and Design. La firma Diller Scofidio + Renfro (establecida en NuevaYork) ganó a principios de noviembre del año pasado el primer lugar para el diseño del Zaryade Park a unos minutos del Kremlin, un concurso internacional con un formato de dos etapas. De igual manera, la firma Heneghan Peng, (establecida en Dublín) acaba de ganar recientemente también el primer premio del concurso internacional para el Nuevo Centro de Arte Contemporáneo de Moscú, venciendo a los españoles Nieto Sobejano (finalistas) a Zaha Hadid, OMA, Kengo Kuma, o Morphosis, es decir a varios premios Pritzker, por aquello del currículum. Particularmente participé en un concurso (también en Moscú) el año pasado, de escala poco menor, en dos etapas también con una modalidad “5/5”: primera etapa abierta e internacional de la que se seleccionaron a 5 finalistas y una segunda etapa , ahora en marcha, en la que los finalistas compiten contra 5 equipos participantes preseleccionados por invitación que se invitaron por su experiencia en el tema. Independientemente del formato, de los resultados y del aprendizaje, la experiencia desde la participación profesional refrenda el convencimiento de que los concursos representan la mejor forma de decisión y de diseño del espacio público.

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Con Perspectiva 18dic2013 / "La Merced y más concursos reiterativamente"

El pasasdo fin de semana se llevó a cabo la revisión de los proyectos participantes del Concurso para el Plan Maestro del Rescate Integral de La Merced, en la Sede del Colegio de Arquitectos de la Cudad de México, y se “destapó” el jurado, afortunadamente muy probo, en un boletín de prensa fechado el día 14 de diciembre. El lunes se anunció el fallo por la tarde en la misma sede del CAM-SAM que otorgó el primer lugar al equipo formado por los jóvenes arquitectos José Muñoz Villers, Carlos Marín, Juan José Zárate y Edith Gutiérrez, los urbanistas Víctor Hugo Hoffman y Eva Morales, el arquitecto paisajista Hugo Sánchez, y el diseñador industrial Ariel Rojo.

“…Como se recordará, el pasado mes de Septiembre, el Gobierno Capitalino convocó al Concurso del Rescate Integral de la Ciudad de México, mismo que debió prorrogar su fecha de registro ante el creciente número de equipos multidisciplinarios que se inscribieron, más de 100 equipos con 700 profesionales multidisciplinarios entre arquitectos, urbanistas y profesores.

Los ganadores del Concurso para elaborar el Plan Maestro del Rescate de La Merced, José Muñoz y Carlos Marín, expresaron que la clave de su proyecto está en el de convertir a la zona en un centro multimodal, de logística de primer mundo, sin perder la esencia de mercado popular y brindar un espacio público de esparcimiento y de paisaje que estará a cargo de los Arquitectos Hugo Sánchez y Ariel Rojo así como un proyecto de vivienda vertical que irá por etapas desde el 2014 al 2018.”

Con una felicitación al equipo gandor así como a los finalistas y a los participantes todos, esta noticia encausa y pone en otro lado la reflexión diversa sobre los (recientes) concursos en nuestro País, y sobre el papel que ha jugado (recientemente) el Colegio de Arquitectos de la Cd. de México. En un contexto que contrasta el malestar de unos, (me incluyo, por el reiterativo anonimato de los jurados de los concursos públicos, incluyedo el más reciente concurso convocado por la Secretaría de Economía para el Pabellón de México en la Exposición Universal Milán 2015…habría suficiente tiempo para corregir esa convocatoria, a saber.) con la realidad de que esta presidencia del CAM SAM ha coordinado dos concursos estableciendo un récord a pesar de la rusticidad de sus bases –Víctimas a la Violencia (contruido) y La Merced-, hay que inisitir y subrayar que los ganadores, además de los arquitectos mencionados arriba, habremos de ser los ciudadanos al contar con un proyecto que verdaderamente garantice el mejoramiento urbano de la zona oriente del primer cuadro de nuestro Centro Histórico, su regeneración, y la salvaguarda arquitectónico-patrimonial motivo del concurso. En ese sentido habrá que estar muy atentos al desarrollo del proyecto ganador y a que su ejecución corresponda con lo premiado ayer. Allí ganaremos los arquitectos en cuanto a gremio. Independientemente del inminente decrecimiento de la poularidad del actual Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, con un voluntarioso gobierno que no termina de conectar con la ciudadanía, el Colegio de Arquitectos debe seguir promoviendo de manera independiente y comprometida –no soltar- los concursos de los proyectos públicos para la ciudad; todos son relevantes amén de la escala, y cuantos más mejor para que su organización se profesionalice por añadidura y de una vez por todas.

Y con miles de temas que acaparan redes sociales y medios de comunicación en cuanto a arquitectura, ciudad, filosofía o diseño, con una agenda apretada y muy ambiciosa para próximo año en práctica profesional, académica, y de repensamiento con persepctiva, mi próxima colummna hasta el 8 de enero del 2014. Feliz Navidad y más habitable año nuevo.

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Con Perspectiva 11dic2013 / "Sobre la muestra “Arquitectura en México 1900-2010”"

El jueves de la semana pasada se inauguró la muestra “Arquitectura en México 1900 – 2010” con la curaduría de Fernanda Canales en el Palacio de Iturbide, sede del Fomento Cultural Banamex. Un evento excepcional –inauguración y muestra- por diversos motivos.

Se trata de una monumental exposición que presenta espléndidamente momentos trascendentales –construidos y no- de la arquitectura y del diseño en México…

Sorprende, primero, la escala de la muestra en su cuantioso material que ocupa gran parte del recinto con maquetas, planos, dibujos, croquis, muebles, arte y multimedia; enseguida, sorprende la calidad de lo expuesto, -todo mayormente original- y tambien sorpende lo no visto antes, una especie de nuevo “archivo vivo” extraido –acaso- de los “archivos muertos” de más de 160 autores reunidos allí abarcando 110 años de obra y pensamiento.

El rostro –o la primera imagen- de la exposición –forro o portada de dos tomos- es una fotografía en blanco y negro del Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco de Mario Pani, escogida correctamtne por lo que represnta esa obra en tanto ciudad y más aún en cuanto a anhelo (1947) de una nueva forma de vida moderna para nuestro país desde la arquitectura. El rango cronológico de la muestra da cuenta de la evolución de nuestras urbes en tanto crecimeinto demográfico y desarrollo tecnológico. Una suma de testimonios específicos de la construcción de la ciudad y de nuestra forma de habitar.

“La exhibición se estructura en orden cronológico a través de seis períodos que definen arquitecturas distintas: Los inicios (1900-1924), Primera modernidad (1925-1939), Periodo heroico (1940-1968), Nueva monumentalidad (1969-1989), Fin de siglo (1990- 1999) y primera década del siglo XXI (2000-2010)”

Allí, magnéticamente la fuerza del grupo de maquetas dispuestas al centro del patio central del Palacio de Iturbide arrastra inevitablemente al encuentro con ese selecto material. Despúes se corrige y cada quien encuentra su propio recorrido. Lo cronológico ordena la lectura siempre subjetiva en la dirección correcta.

Especial y azarosamente (la muestra se debe visitar mucho más de dos veces), atraparon mi atecnión maquetas como la del Camino Real en Mariano Escobedo de Ricardo Legorreta, la de la Casa del Risco en Jardines del Pedregal de Francisco Artigas o la de la Embajda de México en Brasil de Teodoro González de León con Abraham Zabludovsky y Francisco Serrano; también la maqueta del concurso para el Museo Pompidou en París de Ernesto Gómez Gallardo, una proeza. En las pantallas los videos con entrevistas a Reynaldo Pérez Rayón o a Teodoro González de León, y la diversa reflexión de los arquitectos José Castillo sobre el Heroico Colegio Militar de Agustín Hernández, Alejandro Hernández sobe la Arquitectura Emocional de Luis Barragán y Mathías Goeritz, o Iván Hernández con Fernanda Canales sobre las casas de Diego Rivera y Frida Kahlo de Juan O´Gorman. Los magnánimos dibujos de Emile Bernard y Maxime Roisin para el Palacio Legistlativo a principios del siglo pasado, o un croquis de Carlos Mijares, o una lámina de un concurso para una escuela de José Luis Benllure, un croquis para Lumen de Antonio Attolini Lack o los primeros esbosos para el Estadio Universitario de Augusto Pérez Palacios, apenas advierten el ingente acervo y consecuente trabajo de curaduría de la muestra. Cada quien se deja atrapar por lo que más le interesa…o recuerda. De lo representativo del diseño industrial –genial ver algunas piezas de Don Shoemaker allí- habría que mencionar a todos los seleccionados, desde Clara Porset hasta Bernardo Gómez-Pimienta con su depurado mobiliario, para finalmente revisar la parte final de “Fin de siglo (1990- 1999) y primera década del siglo XXI (2000-2010)” que si bien resulta mucho más selectiva – noté un hueco con la polémica Estela de Luz-, ofrece el statu quo de la práctica profesional con una gran perspectiva de futuro. Me interesa muchísimo revisar cómo buena parte de lo exhibido en esta última sección resume y exulta un regreso a la racionalidad como cierta re-incorporación al mundo global… “La memoria siempre ha de llegar a su desitno”, habré de profundizar en ello en posterior texto.

Finalmente, con poca intención de reseñar un trabajo de tal riqueza y dedicación, estas líneas intentan justificar más bien una merecida feliciaticón desde lo percibido en apenas dos visitas, incluyedo la inauguración, y más aún animar a todos los estudiantes de Arquitectura y disciplinas afines a visitar esta lujosa exposción. Enorme enhorabuena.

JVdM

 

“ARQUITECTURA EN MÉXICO 1900-2010”

La construcción de la Modernidad. Obras, Diseño, Arte y Pensamiento.

PALACIO DE ITURBIDE (Palacio de Cultura Banamex)

Dirección: Madero 17, Centro Histórico, Ciudad de México.

Abierta al público hasta julio de 2014. Entrada libre.

Con Perspectiva 04dic2013 / "Sobre Carlos Mijares, breve felicitación."

El pasado lunes 2 del presente el Arq. Carlos Mijares Bracho recibió la Medalla Bellas Artes 2013 “… por el mérito a la labor artística que tiene un claro impacto en beneficio de la promoción y la difusión de las artes en nuestro país.”…muy merecidamente.

De Carlos Mijares recibí invaluable lección desde que era estudiante. Primero en séptimo semestre cuando trabajábamos en un proyecto para la Catedral de Atlacomulco conseguí que me recibiera en su casa de Francisco Sosa en Coyoacán (maravillosa, por cierto). Mijares no daba clases en la Anáhuac, pero sabía de él y de su magnífica obra gracias al admirado y querido arquitecto Javier Carral Escalanate, íntimo amigo suyo y de mi padre también. Me encontraba obsesionado con la capacidad de la nave de la iglesia que nos habían pedido (1000 personas) y a partir de esa inquietud nos platicó de muchas cosas con gran generosidad y mayor conocimiento; concluyó con la contundente sentencia, palabras más o menos: no importan si son mil, diez mil, cien o una persona; en peregrinación o en solitario el lugar debe inspirar devoción, eso es lo verdaderamente importante…

Al poco tiempo, iniciando mi vida profesional, en la primera o segunda oportundiad de trabajo que se me presentó, opté por el “tabique enhuacalado”. Le llamé para preguntarle sobre el material que usaba en sus ya famosas obras...con gran generosidad, nuevamente, me describió detalladamemte todas las bondades del tabique de barro rojo cocido de Michoacan, pasándome inclusive nombre y teléfono de su proveedor, amabilísimamente. La obra que hice con la impagable confianza de mi cliente me trajo muchas satisfacciones a pesar de mi juventud. La nobleza del material que Mijares hizo suyo hasta la erudición en una forma distinta, quizas más artesanal que la de Louis Kahan o la de Rogelio Salmona,  definieron una posibilidad infinitamente expresiva desde el sistema constructivo. Arquitectos como Francisco Serrano, Aurelio Nuño, Carlos McGreggor y Clara de Buen, o Alberto Kalach han explroado alguna vez en obras magníficas esa forma de construir con tabique “reinterpretado” en tanto sistema constructivo.

La inspiración de una lección de valor inconmensurable o el contagio desde el afortunado consejo profesional recordados arriba, multiplicados por el número de alumnos que han pasado por su instrucción en diversas Escuelas de Arquitectura, además de un obstinado trabajo intlectual alrededor del oficio del arquitecto, lo han colacado como un referente unánime para la arquitectura de nuestro país. Él es un arquitecto apreciado por arquitectos.

En 2008, tuvimos la suerte de reconocerle con la Medalla Antonio Attolini Lack de la Universidad Anáhuac México Sur. En dicha ocasión Javier Carral nuevamente nos reiteró con palabras memorables el talento profesional y la calidad humana de su amigo Mijares, quien a su vez dedicó gran parte de su ponencia a contar –con sobrada amenidad y humildad sobre todo- la historia de la construcción de la Parroquia de Ciudad Hidalgo en Michoacán. Sabiduría expresada en una suma de aciertos anecdóticos de poco más de diez años de construcción.

Al tiempo visité sus obras en Michoacán además de la Christ Church en las Lomas de Chapultepec y otras de sus obras; resulta fácil recordarlas todas por separado, como si fueran fragmentos magistrales de una sola gran obra maestra. A saber me falta conocer una casa en Durango que él mismo me recomendó recientemente tanto por la obra cómo por el Dulce de Almedndra que allí se consigue…desde luego queda pendiente el compromiso por ambos motivos.

“Lo que he hecho, no lo he hecho yo, lo hacen otros que son olvidados, para quienes no hay acceso al reconocimiento. Uno llega con ellos dispuesto a aprender, lo invitan a tener una actitud con ellos que les permita enorgullecerse de lo que hacen. Eso lo hice yo”, dijo Carlos Mijares el lunes en Bellas Artes, refrendando mi convicción de que “quien da desinteresadamente recibe siempre más”.

Disculpando la acentuada primera persona gramatical de esta breve felicitación, me permito hacerla extensiva al Instituo Nacional de Bellas Artes por el afortunado otorgamiento, que sumado al de Elena Poniatowska, Luis Nishizawa, Abraham  Oceransky y Arturo Ripstein integran una esperanzadora noticia para la cultura de nuestro País. Enhorabuena.

JVdM