Hoy en coincidencia con el día del maestro, he determinado abordar el particularísimo tema del examen EGEL de Arquitectura, advirtiendo que la extensión de mi borrador supondrá dos entregas, si no es que hasta tres.
El origen del Centro Nacional de Evaluación Superior (CENEVAL) se da en 1994, y es una asociación civil independiente cuya misión es “contribuir a mejorar la educación media-superior, superior y programas especiales mediante el fomento de una cultura de evaluación” que mide las habilidades y los conocimientos de los futuros profesionistas de nuestro país (además de aspirantes a cursar licenciatura o posgrado), desde un Examen General para el Egreso de Licenciatura (EGEL), diseñado de acuerdo a cada licenciatura para conocer el nivel de la formación académica recibida (“pertinencia e idoneidad” en los términos que expresara el expresidente Ernesto Zedillo cuando se constituyó el CENEVAL).
De todos los exámenes EGEL (cuarenta entre todas las licenciaturas), el de Arquitectura –cuya fecha de inicio de operación es agosto de 2013- se destaca sustancial y polémicamente por diversos motivos; el principal es que el de Arquitectura es el único examen que dura dos días, uno dedicado a desarrollar un proyecto –modalidad “respuesta construida”- y otro a resolver un examen de conocimientos bajo la modalidad “opción múltiple”.
Considero que está muy bien que el examen de Arquitectura se integre así, con una parte de opción múltiple, digamos teórica, y con otra de respuesta construida, digamos práctica o de proyecto, toda vez que el recién egresado debe demostrar con la mejor evidencia posible porqué es un arquitecto.
Como quizás el lector lo haya vislumbrado en el párrafo anterior, esto tiene muchísimos ángulos. El principal es el tiempo previsto en el examen para realizar un proyecto, 11 horas; “hacer un proyecto (que en realidad es un anteproyecto) en un día es muy complicado y en la vida profesional nunca es así…Otro ángulo, el segundo, es la dificultad del proyecto que te toque desarrollar, aunque es relativo porque todos los temas de proyectos previstos para el examen están balanceados desde “complejidades controladas”; una casita puede ser difícil si hay que resolverla en un terreno muy arbolado y con mucha topografía, y un centro de convenciones puede estar en un terreno plano, sin árboles y con pocas limitantes, por ejemplo. En ese orden de ideas, la “respuesta construida” o “el proyecto” como opción de respuesta a reactivos de exámenes, sigue siendo muy eficiente en la formación académica de los futuros arquitectos; la materia de proyectos sigue siendo troncal en las escuelas de arquitectura, aunque muchos arquitectos hoy en día no diseñen, necesariamente. El término “respuesta construida” suena bien porque los arquitectos respondemos a problemas específicos de espacio habitable, y la construcción está implícita en tal actividad durante nuestra formación en los talleres; materializamos, realizamos nuestros designios, planeamos.
El EGEL de Arquitectura en su parte teórica se integra por 3 áreas de conocimiento:
· Proyecto de espacios habitables con enfoque sustentable.
· Construcción de espacios habitables con enfoque sustentable
· Administración y Gestión de la Construcción
Y es indispensable pasar dos de esas tres áreas de conocimiento para aprobar el examen.
En donde se pone muy interesante es en la parte práctica del “proyecto”, que se integra por 12 puntos a evaluar por arquitectos evaluadores acreditados para tal efecto:
· Análisis de Sitio
· Concepto
· Diagramas de funcionamiento
· Zonificación del programa
· Intensiones volumétricas
· Plantas Arquitectónicas
· Secciones Arquitectónicas
· Criterio Estructural
· Accesibilidad y Sustentabilidad
· Ortografía, escritura
· Perspectivas, vistas o imágenes
· Presentación
Cada proyecto presentado es calificado por 2 evaluadores por separado que tienen 0, 1 y 2 como opciones para medir cada uno de los 12 valores citados arriba y el puntaje más alto es el que CENEVAL toma como bueno; es decir, si tu proyecto no aprueba es porque dos evaluadores anónimos coincidieron por separado en un “no satisfactorio”. Los puntajes que emite el Centro Nacional resultan a su vez de un cómputo en cierta escala especial llamada Índice CENEVAL, pero no amerita explicar aquí la fórmula del criterio (pueden visitar la página www.ceneval.edu.mx) porque lo considero muy bien estructurado y no está allí la perspectiva interesante del asunto.
Resultados.-
Aunque pareciera sencillo aprobar el EGEL en la lógica de que tu carrera universitaria es la preparación del examen en sí misma (La Escuela de Arquitectura de la Universidad Anáhuac México está en primer lugar), los índices de no aprobación o “sin testimonio” son altísimos; de acuerdo al Informe anual de Resultados 2017 EGEL-ARQUI estos son los números:
86.2% Sin Testimonio
9.2% Testimonio de Desempeño Satisfactorio
4.6% Testimonio de Desempeño Sobresaliente
(El examen mide testimonios y niveles de desempeño “aún no satisfactorio”, “sin testimonio” “satisfactorio” y “sobresaliente”).
Mi lectura de los resultados con la perspectiva correspondiente, la siguiente semana.
JVdM
P.S. Enorme felicitación a todos los Maestros. Hoy más que nunca, México nos necesita.